El Papa Francisco lloró por el desalojo del asentamiento en Villa Lugano que lleva su nombre

miércoles, 27 de agosto de 2014
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foto desalojo

27/08/2014 – El sábado pasado un operativo conjunto entre la Policía Metropolitana y la Gendarmería Nacional llevó a cabo el desalojo del asentamiento llamado “Papa Francisco” en el barrio de Villa Lugano,en Buenos Aires.

En diálogo con Lucas Schaerer,periodista integrante de la Alameda, comentó que “la situación que se vivió el día sábado fue muy desastrosas, ya que esto no se veía desde la dictadura. El Papa Francisco trabajó mucho para esta villa y darle una vivienda a miles de familias. La repercusión fue que no hubo ningún plan de contención y se quería resolver la situación con una acción policial, esto provocó  que la gente quedara en la calle”. 

Mucha gente se ha ido a otros asentamientos o refugios pero las condiciones en los refugios hansido un desastre. Familias enteras que se quedan sin nada,” la situación es bastante calamitosa”. 

Además, Lucas Schaerer contó que en la villa vivían aproximadamente 700 familias. Lo que hizo la policía fue sacarlas brutalmente y dejarlas en la calle. “Hay mucha gente que está en paradores, hay otras familias que están en casa de familias o amigos” indicó.

Comunicación con el Papa Francisco

El titular de la Alameda, Gustavo Vera, envió un mail el domingo al Papa en el que le explicó la vulnerabilidad de las familias desalojadas y le dió detalles del operativo del desalojo. El Papa Francisco respondió con un e-mail emotivo en donde expresó su desconsuelo por la situación que están viviendo las personas desalojadas.

El e-mail del Papa Francisco decía lo siguiente:

Querido hermano:

Acabo de leer tu correo. Tu frase final logro sintetizar mis sentimientos: “Parecía Gaza”… y me puse a llorar.

No entiendo nada.A esa gente,a esas mamas con chicos,los acaricio con mis lágrimas.Cuando regresaba de Corea,en el avión, hablé de crueldad. Parece que la crueldad se nos instaló en el corazón. Una crueldad vestida con tantos ropajes: “que me importa”, “que vayan atrabajar”, “es gente insociable”… palabras que no justifican sino que manifiestan tanta crueldad.

Estoy cerca de esa gente. Rezo y pido que no los dejen solos. Y estoy cerca de Ustedes, los que se acercan a ellos.

Con mucha pena en el corazón.

Un abrazo,

Francisco