Francisco pidió a obispos y sacerdotes”salir de las parroquias”

sábado, 27 de julio de 2013
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El Papa Francisco les pidió a obispos y sacerdotes "no quedarse enclaustrados en las parroquias", los exhortó a ser "callejeros de la fe" y los llamó a promover "la cultura del encuentro". "No podemos quedarnos enclaustrados en la parroquia, en nuestra comunidad, cuando tantas personas están esperando el Evangelio. No es un simple abrir la puerta para acoger, sino salir por ella para buscar y encontrar", les dijo al celebrar la misa en la catedral de Río de Janeiro, con los 644 obispos, 7814 sacerdotes y 632 diáconos de todo el mundo llegados a la ciudad brasileña.

Francisco afirmó que es en las favelas, en los "cantegriles" (barrios de asentamientos) y en las "villas miseria" donde tienen que ir a buscar y servir a Cristo. Al hablar ante los religiosos que se dieron cita para la JMJ, Francisco dijo que el objetivo de la cita es ayudar a los jóvenes a que deseen ser "discípulos misioneros de Jesús", y enfatizó que ello no significa "necesariamente" que tengan que abandonar "el país, la familia y los amigos": "Dios quiere que seamos misioneros donde estamos", les dijo.

Según Francisco, para atraer a los jóvenes los miembros de la Iglesia deben, en primer lugar, "perder tiempo con ellos" para "escucharlos" y, luego, ayudarlos "a salir, a ponerse en marcha, a ser callejeros de la fe". "Que salgan a la calle, dejémoslos que salgan. Van a hacer macanas, sí, las van a hacer. Los apóstoles las hicieron antes que nosotros", expresó.

El Papa pidió además "ir contra la cultura de la exclusión y del descarte". "Un obispo, un sacerdote, un seminarista no puede ser un desmemoriado", dijo. Pidió ser memoriosos del primer llamado de Dios y recordó palabras de la Madre Teresa de Calcuta: "Hay que servir a Cristo con alegría”. En línea con lo que predicó esta semana, Francisco pidió ayudar a los jóvenes "a redescubrir el valor y la alegría de la fe". "¡Sean callejeros de la fe! ¡Sepamos perder tiempo con los jóvenes!", agregó.

Al mediodía y tras encontrarse con la clase dirigente local, Francisco almorzará con los cardenales de Brasil, la presidencia de la Conferencia nacional de los obispos de este país, los obispos de la región -entre ellos unos 30 argentinos- y la comitiva papal en el refectorio del Centro de Estudios Sumaré, donde se aloja. Finalmente, a las 19.30 horas, nuevamente sobre el imponente escenario montado sobre la playa de Copacabana encabezará una vigilia de oración con más de un millón de jóvenes llegados de 170 países.