Homilía de Monseñor Agustín Radrizzani en Luján

jueves, 10 de abril de 2008
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El arzobispo de Mercedes-Luján y vicepresidente segundo del Episcopado, monseñor Agustín Radrizzani, pidió a la Virgen que los argentinos “encontremos la manera, venciendo el egoísmo, de superar toda inequidad, para que no suceda entre nosotros como sucedía en la comunidad de Corinto, que unos tienen demasiado y otros pasan hambre, sino que todos puedan sentarse a la mesa de la creación, sin que nadie se vea excluido y todos puedan llevar una vida digna”.

    Tras explicarle a la “Virgencita de Luján” que los obispos que participan de la 95ª Asamblea Plenaria en Pilar se trasladaron anoche hasta la casa de la Madre para “pedirle por nuestro pueblo, especialmente por los más pobres, débiles y sufrientes”, rogó para que los argentinos “aprendamos a favorecer y cultivar la disposición al diálogo genuino en la verdad y el respeto entre las personas y los distintos sectores, como camino indispensable en la búsqueda del bien común", y cultivemos la convicción de que "sentarse a dialogar no es reunirse para prevalecer o imponer, o convencer al otro".

    “El diálogo es fecundo cuando cada uno se pone en el lugar del otro y llegan a un acuerdo, a un punto común, aunque no se logre todo lo que cada uno quiere, pero todos salen enriquecidos por haber buscado, con sinceridad y desprendimiento, la verdad”, imploró el prelado.

    La misa, en la que se rezó la Oración por la Patria, fue concelebrada por el cardenal Jorge Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires; monseñor Luis Villalba, arzobispo de Tucumán, asistido por el cardenal Estanislao Karlic, arzobispo emérito de Paraná, y monseñor Mario Maulión, arzobispo de Paraná. Participaron, además, casi un centenar de prelados de todo el país.

     Monseñor Radrizzani rogó a la Virgen que “nos ayude a defender los derechos de cada provincia y de cada pueblo del interior, que seamos uno en la diversidad. Que logremos afianzar las instituciones democráticas de la República, según nuestra Constitución. Esta es nuestra Carta Magna como argentinos y es la mejor garantía para que todos se vean respetados e incluidos en nuestro querido suelo patrio”.

    “Anhelamos –dijo en la oración- un proyecto de nación en el que cada argentino se sienta valorado y respetado en su dignidad, y nuestra comunidad nacional goce de una auténtica y pacífica convivencia donde logremos superar toda mezquindad y con corazón magnánimo, veamos siempre en el otro a un hermano”.

    En las primeras filas de la basílica se ubicaron los dirigentes agropecuarios Luciano Miguens (Sociedad Rural) y Fernando Gioino (Coninagro), quienes anunciaron allí que el viernes 11 de abril las cuatro entidades del campo concurrirán a la Casa de Gobierno para retomar las negociaciones tras la crisis del sector, y el director de Culto bonaerense, Enrique Moltoni.

    Más atrás el presidente de la Comisión Nacional de Justicia y Paz, Eduardo Serantes, y otros miembros de ese organismo eclesial que oportunamente ofreció instancias para que el Gobierno y el campo pudieran dialogar, a fin de evitar que crezca el clima de confrontación social.