Justicia por mano propia: “Lo más grave es el profundo desconocimiento del otro como sujeto”

jueves, 22 de junio de 2017
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22/06/2017- La semana pasada en la peatonal 9 de julio de Ciudad de Córdoba un niño de 13 años fue linchado por comerciantes y transeúntes luego de ser acusado del robo de un celular.  El menor fue detenido y su cómplice también a las pocas cuadras. Fue noticia por los videos que se dieron a conocer por personas que estaban en el lugar.

Debido a la crueldad del hecho, Diálogos de Actualidad conversó con la legisladora provincial por Córdoba Podemos y Licenciada en Psicología Liliana Montero para también reflexionar sobre cómo estamos como sociedad.

Sobre lo ocurrido la legisladora dijo que “la expresión de violencia tiene un anclaje social muy fuerte”. Para ella, la violencia siempre aparece “como condición  de dos fenómenos: uno las promesas incumplidas y el otro es la posibilidad de ver un futuro mejor”.

“Cuando desde tan temprana edad empieza a  ser parte de la apropiación  de las cosas otro y del desrespeto hacia el otro como un semejante, es básciamente interpelarnos acerca de cual es el valor que tiene para si mismo” reflexionó Montero y agregó que “cuando un niño empuña un arma, no sólamente ya no tiene valor la vida del otro, sino que no tiene valor su propia vida”.

Con respecto a uno de los videos donde se escuchaba que alguien gritaba “no es un niño, es un ladrón”, para Liliana es porque “de no poder resolver la conflictividad social a través  la legalidad que se debe instalar en la sociedad, nos sutura la palabra, el diálogo y nos pone en función de actuar. Pasar directamente a los actos, sin que medie ningún proceso secundario de reflexión frente el impuslo” aclaró la Legisladora. Y lo que se vió fue “expresión cruda de un impulso de hacer justicia por mano propia” ya que “no opera en la subjetividad individual ni colectiva la palabra como modo de reflexión“.

También se preguntó por qué es más fácil descargar sobre el más débil que es el niño antes que  descargar hacia arriba, hacia las responsabilidades que tenemos como sociedad, como Estado, como gobierno”. Y para ella se debe a que “está mucho más a mano ese niño para golpearlo, castigarlo y desatar la furia, que castigar y golpear a quien está  arriba, en términos simbólicos”.

Lo que sucedió no fue casual “porque veníamos atravezados como comunidad, como ciudad, de una semana cargada de violencia” según Montero.

Esto sucede por “las pobrezas” en las cuales se desarrollan los niños. Vienen de “un contexto de muchas violencias sostenidas sistemáticas en el tiempo por parte de una sociedad que es profundamente inequtitva”. Ya que el problema “no es sólo la pobreza, sino también la inequidad” en la cual “unos pocos tienen tanto y otros tantos tienen tan poco”.

La legisladora también aclaró que estas cuestiones no  justifican el intento de robo. A la frase que se ha repetido en esta última semana de que “hay muchos pobres que no delinquen” la legisladora responde “conozco un montón de ricos que tampoco”, pero que eso no exime a los “muchos ricos que delnquen”.

 

¿Qué nos está pasando como sociedad?

Para empezar, esto sucede porque no se cree en el sistema ya que “ninguna de las intituciones está dando respuestas adecuadas”. Según la legisladora si como Estado no pudimos resolver que hacíamos en su primer infancia, si no pudimos generar mecanismo que cuando estuviesen en tutela del Estado estos niños hubieran tenido después una mejor reintegración social”. Pero también está la cuestión de que no se cree en la justicia que se “percibe una justicia que no es ciega en virtud de equilibrio, sino porque no mira nada, ni hace nada”. Todo eso genera “una impotencia social”.

“Estamos viendo  que no estamos viviendo en la sociedad que deseamos, ni la que nos prometieron, ni la que nos prometimos”. Sin embargo, no estaba haciendo cargos individuales, sino colectivos.

“Si nos quedamos en el hecho de creer que vamos a resolver como sociedad a partir de la justicia por mano propia” no podemos “parar y reflexionar que le está pasando a una sociedad” dijo Montero.

La primer respuesta a qué nos está pasando es que “tiene que ver que es una sociedad que tiene el 50% de sus niños por bajo la línea de la pobreza“.  Y si “en las encuestas aparece la inseguridad, que debe ser un tema de preocupación, como primer lugar y la pobreza como en quinto lugar, no estaríamos pudiendo ver al otro”. Con esto no quiere decir que la inseguridad no sea importante, pero que “el tema es como ver para disminuir la brecha, la verdadera grieta en una sociedad que esta fragmentada de inequidad”.

Lo más grave de todo el asunto es “el profundo desconocimiento del otro como sujeto”. Y para empezar a cambiar “debemos empezar a volver a horrizarnos con estas cosas”. Para la legisladora somos “una sociedad profundamente cruel en donde no estamos pudiendo no solo parar nuestro propio maltrato sino manternos indiferentes al maltrato del otro”.