La cruz de la marginalidad

viernes, 30 de marzo de 2018
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30/03/2018 – El presidente Mauricio Macri anunció que la última medición del Indec arrojó como resultado una reducción de la pobreza urbana respecto de la medición del último semestre de 2016.

Se trata de una mejora mínima que -incluso- puede volver a modificarse si la inflación se incrementa o si se frena el boom de la construcción por la obra pública. Es un dato positivo, pero muy inestable.

No obstante es escandaloso que en un país como el nuestro, como dijo ayer Monseñor Ñáñez, el arzobispo de Córdoba, el 25 por ciento de la población sea pobre, y un porcentaje importante sea indigente, y que casi el 40 por ciento de los chicos menores de 14 años viva en la pobreza. Y muchos de ellos viven en la marginalidad.

Justamente de eso queremos hablar…de la cruz de la marginalidad porque no es lo mismo la pobreza que la marginalidad. Y nos pusimos a reflexionar sobre esto a partir de un escrito que publicó en Facebook, Mayra Arena, una joven que vive en la ciudad de La Plata y que desató un intenso debate con su publicación porque nos ha hecho pensar a todos, acerca de la forma en que viven miles y miles de hermanos argentinos que están sumidos en la marginalidad.

En nuestro país, los sacerdote que asisten a nuestros hermanos más necesitados en villas de emergencia o barrio precarios se topan cara a cara con esta cruz y, mediante su labor ayudan a estas personas a cargarla. ¿Como es esta realidad?, ¿que reflexión podemos hacer al respecto hoy viernes santo?, se lo preguntamos a Monseñor Gustavo Carrara, obispo auxiliar de Buenos Aires e integrante del grupo de sacerdotes conocidos como “curas villeros” quien sostuvo: “hay situaciones de pobreza y hay situaciones de marginalidad, de precariedad total. Es difícil a veces distinguir el paso entre una y la otra. No obstante, (en los barrios carenciados) hay un espíritu de lucha, de esperanza, de querer lo mejor para la familia”.

En este punto haría falta una mirada experta (y a la vez cristianamente “sensible”) que nos ayude a diferenciar la pobreza de la marginalidad y para ello pedimos colaboración a Jorge Colina, economista, docente en el departamento de economía de la Universidad Católica Argentina y en la Universidad Austral de Argentina y titular del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA) quien explicó: “la pobreza es no generar ingresos suficientes, en una familia, para poder comprar lo que se llama una canasta básica de consumo . En cambio, marginalidad es algo más extremo o, en todo caso, es una carencia mayor, en el sentido en que no es solo un ingreso mensual que no solo no alcanza para comprar una canasta sino también de vivir en condiciones de vida bastantes deshermana”.