“Pidamos al Santo Cura Brochero y a la Beata Madre Catalina para que el evangelio renueve la vida de nuestra Patria”

viernes, 26 de enero de 2018
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26/01/2018 – Monseñor Carlos José Ñáñez, el arzobispo de Córdoba, presidió hoy la celebración eucarística en el día en que se celebran los 104 años del fallecimiento del Santo Cura Brochero. Como cierre de la Semana Brocheriana 2018, la misa con los peregrinos se realizó a las 10 de la mañana en el predio “La Providencia” en Villa Cura Brochero y transmitida por Radio María para toda la Argentina.

“Nos hemos congregado en este lugar porque queremos conmemorar de una manera especial el nacimiento a la Gloria de San José del Rosario Brochero” comenzó diciendo el Arzobispo de Córdoba.

Como miembros de la Iglesia de Jesús, como discípulos, a veces puede invadirnos un cierto desaliento porque vemos la aparente esterilidad de nuestros esfuerzos. ¿Cuál es el remedio? El que Pablo le recomienda a Timoteo y el que San José Gabriel del Rosario utilizó en su ministerio: el entregarnos totalmente al evangelio y el desear su difusión. La tarea misional. Dejarnos de lamentar de lo que nos pasa ahora, de otros tiempos que fueron mejores y entregarnos de corazón a la tarea de testimoniar y anunciar el evangelio.

Y aclaró que la tarea de la evangelización no es solo responsabilidad del obispo, de los sacerdotes o los consagrados,” nos toca a todos”. “En esos 72 que elige el Señor estamos representados todos, los que por el bautismo somos discípulos y seguidores del Señor. No siempre es facil encontrar los modos, pero como dice el evangelio, vamos de a dos en dos, haciendo la tarea en común, nos vamos ayudando y alentando y va a aparecer la creatividad necesaria para anunciar el evangelio” agregó.

 

 

Una Iglesia en salida

Ser una iglesia en salida, dijo el obispo cordobés, implica “dejar de lamentarnos y confiando en el Señor que nunca nos abandona, ver qué podemos hacer entre todos. Cuando nos proponemos ser realmente una Iglesia en salida ciertos problemas se relativizan y aparecen los grandes desafíos: ¿cómo anunciar el evangelio? ¿qué modos utilizar? ¿qué lenguaje utilizar?”. Y explicó que ninguno de nosotros tiene las respuestas totales pero juntos podemos encontrar un camino que nos ayude en esa tarea de anunciar el evangelio y de llevar a todos la buena noticia. Eso es lo que hizo San José Gabriel del Rosario Brochero.

Monseñor Ñáñez también recordó a la cordobesa Catalina de María Rodríguez, beatificada recientemente, y a las Hermanas Esclavas que también desarrollaron su tarea pastoral a la par de Brochero en la región.

“Pidamos a ellos, a la beata Catalina y a San José Gabriel del Rosario Brochero intercedan por nosotros y nos alcancen la gracia de una confianza enorme en el Señor, de tener el deseo de salir y hacer la tarea evangelizadora y de esperar los frutos como ellos lo esperaron pacientemente. Y en esa intercesión, podemos a ellos pedirles de un modo especial que nos asocien a la Purísima. Que ellos nos ayuden a vivir el evangelio de esta manera, a no quedarnos encerrados en nosotros mismos, a llevarlo a todas partes”.

“Que cada uno desde lo cotidiano llevemos adelante esta tarea, para que el evangelio de Jesús resuene en nuestras familias y nuestros ambientes, y para que el mensaje evangélico renueve la vida de nuestra Patria. Viviendo de veras nuestra adhesión a Jesús estamos construyendo también una Patria nueva, una Patria de hermanos, como la anhelamos y como de verdad la necesitamos. Así estaremos honrando de verdad la memoria de San José del Rosario Brochero y de la Beata Catalina de María”.