Un sacerdote de Traslasierra contó como vivirá la beatificación de Brochero desde su misión en África

viernes, 6 de septiembre de 2013
image_pdfimage_print

Desde República del Níger, en África Occidental, el Padre Carlos Bazzara (oriundo de Traslasierra) compartió su experiencia de vivir la fiesta de la Beatificación del Cura Brochero en comunión con toda la Iglesia, en su tierra de misión. Este sacerdote que integra la Sociedad de Misiones Africanas celebró profundamente este tiempo de gracia para la Iglesia argentina

“Faltan pocos días para la beatificación del Cura Gaucho. Mi corazón se retoba por no poder participar de esa fiesta popular y eclesial. Un 14 de Septiembre también, hace cinco años, yo llegaba al Niger para continuar anunciando y testimoniando a Jesús en la primera evangelización. El próximo Sábado 14 estaré uniéndome a ustedes en mi aldea y con mi gente, celebrando la Eucaristía en esta tierra africana y festejando un apóstol latinoamericano. Les hablaré del Padre Brochero y de lo que él significa en mi vida sacerdotal y misionera”, expresó el Padre Bazzara.

El sacerdote cordobés nació y vivió hasta los 18 años en Mina Clavero. “La vida de Brochero aparece tímidamente en mi adolescencia participando de retiros espirituales. Aprendí rápido la oración por su beatificación y la recé fielmente durante muchos años. Con el tiempo, y en el seminario, la vida de este hombre de Dios fue ganando mi corazón y marcando mi religiosidad. Me impresionaba su fe sólida y su capacidad de inculturarse en medio de nuestra gente. Y en aquel tiempo, que sólo se hablaba de salvación de las almas, este cura misionero y profético se preocupaba de la vida íntegra de los serranos”, relató.

El Padre Carlos ejerció su sacerdocio en la ciudad de Córdoba y esto recordó al respecto: “Al inicio de mi ministerio sacerdotal, en la parroquia de Barrio Comercial, alguien me regaló una foto de Brochero que aparentemente él mismo cura se la habría dado a un pariente. Esa foto me acompañó cinco años en barrio Oña, seis años en Costa de Marfil y está ahora en la puerta de mi dormitorio aquí en el Niger. Pero no es un amuleto el que llevo, sino el recuerdo-incentivo de este gran misionero de Traslasierra”.

El Padre Bazzara indicó que “son dos los beatos que viven en el ´caracú de mi corazón`: José Gabriel Brochero y Carlos de Foucauld. El testimonio de estos santos es importante para mí porque nos aseguran que la propuesta de Jesús es posible; que se puede amar desinteresadamente y dar la vida por los demás. El Cura Gaucho fue ´gaucho` y ´santo` porque amó profundamente la gente del lugar, valorizándola, respetándola y caminando coco a codo con su pueblo. Siento que la ´Comunión de los santos` que rezamos en cada ´Credo` se encarna ahora concretamente en la vida de un santo que nos es tan cercano por ser santo, por ser argentino, por ser nuestro, porque se donó a nuestra gente de Traslasierra”. L

Finalmente, dijo que “los santos ya no están ahora lejos físicamente de nuestra historia y geografía, sino wir están allí y casi los podemos tocar. Los santos te remueven las tripas del amor para mostrarte el único camino de la realización humana: amar a los hermanos y a Dios en sus corazones. Siento vivamente que los santos nos invitan además a buscar un corazón planetario, porque la naturaleza de la Iglesia es ser misionera. Por eso le pido a Brochero un espíritu misionero desde lo más profundo del corazón y una capacidad más grande y auténtica para amar a los pobres y evangelizar con medios pobres. ¡Feliz fiesta a todos!”.