“Mientras uno tiene un para qué vivir extiende su existencia” Dr Carlos Pressman

jueves, 6 de julio de 2017
image_pdfimage_print

Abuelo nieto1
06/07/2017 – “La depresión es uno de los grandes síntomas de los adultos mayores” comentó el Dr Carlos Pressman médico gerontólogo, escritor y docente, para conversar con respecto a la soledad de nuestros adultos mayores. “Es una patología muy prevalente”, agregó.

También dijo que”el suicido que es una conducta que es como la última decision del depresivo, esta subdiagnosticado y subregistrado. Hay mucho más depresión y suicidio en adultos mayores que lo que se hace visible”.

Las razones son por “cuestiones culturales  y religiosas” ya que “el suicidio  es contrario al espíritu religioso, tanto cristiano com judío eso genera que se oculte y se omita ese dato”.

La depresión tiene en su raíz  “un elemento condicionante que  tiene que ver con la soledad” explicó Presman y significa que “el paciente se vuelve sobre sí mismo. Pierde el contacto con los demás”.

Para de alguna forma simplificar estas cuestiones complejas Carlos lo dijo de la siguiente manera: “Uno puede tener vida porque tiene biología, pero tiene existencia porque alguien necesita de uno o uno necesita del otro”. Entonces lo que ocurre con los adultos mayores es que “están con vida pero ellos se sienten que no necesitan de otros ni los otros necesitan de él”.  Y estas “sensaciones de prescindibilidad generan estas conductas”.

La forma de prevenir este tipo de conductas es “que hay que tratar en edades adultas cultivar pasiones lo suficientemente fuertes” porque “mientras uno tiene un para que vivir, y por qué vivir, extiende su existencia y no forma parte de su agenda quitarse la vida” dijo Presman. Y eso es lo que hace el en las consultas de sus pacientes: “tratamos que el paciente encuentre razones en si misma que los motiven para vivir”. Y sobras las motivaciones y las posibilidades.

Por último, resaltó la importancia de que “siempre hay que valorar que la presencia del adulto mayor” porque “tiene un impacto trascendete y cultural en la familia” y no verlo como una “incomodidad, incordio”.