El Papa Francisco visitó a Benedicto XVI para felicitarlo por la Navidad

martes, 24 de diciembre de 2013
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24/12/2013 – El Papa Francisco visitó a su predecesor, Benedicto XVI, para felicitarlo por la Navidad y llevarle algunos regalos. Benedicto XVI lo esperaba a la puerta de la residencia “Mater Ecclesiae” y, después de rezar un momento juntos en la capilla, charlaron en privado durante media hora. Francisco saludó al Arzobispo Georg Gaenswein que, además de trabajar diariamente con él como responsable de la Casa Pontificia, sigue siendo el secretario personal de Benedicto XVI y vive en su residencia.

Asimismo, el Papa felicitó la Navidad a las cuatro mujeres, consagradas de Memores Domini de Comunión y Liberación, que se ocupan de la casa y de parte de las tareas de secretaría del Papa Emérito. El Santo Padre había llamado por teléfono a su predecesor la semana pasada, como suele hacer a menudo, y le trasladó su intención de visitarlo para felicitarlo por la Navidad.

Por otra parte y bajo el título "Historia de una vocación", el periódico de la Santa Sede, "L'Osservatore Romano", publicó hoy una carta del Papa Francisco en la que el Pontífice recuerda a quien lo bautizó, el sacerdote salesiano Enrique Pozzoli. Dirigida al también salesiano Cayetano Bruno, la carta, mecanografiada y fechada un 20 de diciembre de 1990 en Córdoba, es propiedad del Archivo Histórico salesiano de Buenos Aires y fue publicada para conmemorar la efeméride del bautismo del Papa, el día de Navidad de 1936.

En ella, Jorge Mario Bergoglio habla del Padre Pozzoli como "el padre espiritual" de su familia y destaca, entre otras virtudes, "su labor misionera, de confesor, de relojero y de fotógrafo" al tiempo que enumera las múltiples situaciones en las que estuvo presente este párroco salesiano, que falleció en 1961. Pozzoli estuvo presente en los orígenes de la familia Bergoglio en la capital bonaerense, en los albores de la década de 1930, y fue quien presentó a los padres del Papa, Regina y Mario. Fue decisivo también en el proceso vocacional del, por entonces, joven Bergoglio, hasta el punto de ser el encargado de examinar su fe y recomendar a sus padres su ingreso a un seminario en 1955.

"La Universidad (en alusión a sus estudios de Química) está muy bien pero las cosas funcionan como Dios quiere", argumentó, según la carta, el Padre Pozzoli. Estuvo presente también en la enfermedad de Bergoglio cuando, en 1956, enfermó de pulmonía y tuvo que ser operado del pulmón. "Estuve a punto de morir", aclara en la misiva el hoy Papa.

Pero, en la carta, Francisco reconoce sentirse "profundamente apenado y dolorido" por una anécdota que se produjo cuando el Padre Pozzoli estaba a punto de morir, ingresado en el Hospital Italiano de Buenos Aires. "Pocos días antes de morir le visité en el hospital. Estaba dormido y no permití que le despertaran porque, en el fondo, estaba mal y no sabía qué decirle. Salí de la habitación y me puse hablar con otro párroco. Poco después otro sacerdote salió de la habitación y me dijo que Pozzoli se había despertado y que quería saber si aún estaba allí", explica el Pontífice en la carta.

"Yo pedí al párroco que le dijese que me había ido. No sé qué me ocurrió, si era timidez u otra cosa. Tenía 25 años y estudiaba mi primer año de Filosofía pero si pudiera rehacer aquel momento, lo haría", recordó. "¡Cuántas veces he sentido profunda pena y dolor por aquella 'mentira' al Padre Pozzoli, cuando estaba a punto de morir! Es de esos momentos en la vida, de los pocos quizás, a los que uno querría volver para comportarse de otro modo", afirma Bergoglio. "Si en mi familia se vive hoy seriamente como cristianos es gracias a él. Hay vocaciones: mi primo Julio Picchi, mi sobrino José Luis, jesuita, y mi sobrina María Inés, hermana del Sagrado Corazón. Hay inquietud vocacional. En definitiva, dejó una herencia espiritual. Fue un obrero del Reino de Dios", asegura el Pontífice.

 

Aleteia / Religión Digital / Rome Reports