“En Albania, musulmanes, católicos y ortodoxos colaboran como hermanos”

lunes, 22 de septiembre de 2014
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22/09/2014 – “Fue un período cruel, el nivel de crueldad fue terrible”, afirmó el Papa Francisco en un breve encuentro con los periodistas que lo acompañaban en el vuelo de regreso de Albania a Roma. Los periodistas acreditados en el viaje papal pudieron ver al Pontífice llegar casi hasta las lágrimas tras escuchar los testimonios del Padre Ernesto y la Hermana María, víctimas de la dictadura comunista en Albania.

“He visto de cerca el sufrimiento que han tenido”, dijo el Papa, quien únicamente respondió a preguntas relacionadas con el viaje. En opinión del Pontífice, el albanés “no es tolerante, es hermano, tiene la capacidad de la fraternidad; y esto se ve en la convivencia, en la colaboración entre las religiones: los musulmanes, los ortodoxos y los católicos. Colaboran como hermanos”.

 El Papa se mostró sorprendido por la juventud de los albaneses. “Me habían dicho que es el país más joven de Europa. Se ve una cultura superior, capaz de construir hermandad, un camino de paz, convivencia y de colaboración”.

Sin duda, el momento más intenso ocurrió durante las vísperas. “Las historias de los mártires me han impresionado. Cuando ví esas fotografías -imágenes de personas asesinadas por odio a la fe en las calle de Tirana-, no solo de católicos, sino también de ortodoxos y de musulmanes… los mataban porque decían creer en Dios. Las tres comunidades ofrecieron testimonio de Dios y ahora ofrecen el testimonio de la fraternidad”.

Francisco afirmó apoyar plenamente la entrada de Albania en la Unión Europea, pues lo considera “plenamente europeo” por su “cultura de convivencia”. Los periodistas recordaron que el próximo viaje del Papa será a Turquía, que tiene frontera con Irak. “La geografía no puedo cambiarla”, respondió bromeando, y citó también la anunciada visita al Parlamento Europeo de Estrasburgo, el 25 de noviembre. “Tal vez el 28 de noviembre” comience el viaje a Ankara y Estambul, para poder festejar con el Patriarca Ecuménico de Constantinopla, Bartolomeo I, la fiesta de San Andrés.

El Papa confirmó, al final, que se había conmovido hasta las lágrimas cuando escuchó en la catedral de Tirana el testimonio del sacerdote encarcelado durante 27 años. “De verdad, escuchar a un mártir hablar sobre el propio martirio es fuerte; creo que estábamos conmovidos, y hablaban con tanta naturaleza y humildad que parecía que estaban contando la historia de la vida de otra persona”.

Religión Digital / Rome Reports