Francisco en Colombia: “No se dejen robar la alegría ni la esperanza”

jueves, 7 de septiembre de 2017
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07/09/2017 – El Papa Francisco llegó ayer cerca de las 18,30 a Colombia tras 12 horas de vuelo. Al arribar al aeropuerto de Bogotá fue recibido por el Presidente Juan Manuel Santos y una multitud que esperaba desde hacía horas apostados contra las vallas. El Papa Francisco tendrá una intensa agenda en las próximas horas donde recorrerá las ciudades de Villavicencio, Medellín y Cartagena, de donde partirá de vuelta a Roma el próximo domingo.

Al pisar suelo colombiano recibió como primer regalo una paloma blanca, símbolo de la paz que desea Colombia tras más de 40 años de conflicto entre el Gobierno y las Farc. Emmanuel, un niño nacido en cautiverio cuya madre estuvo secuestrada durante 6 años en la selva, fue quien dio el obsequio a Francisco: «La paloma significa paz en Colombia y nosotros le queremos dar nuestra paz a Dios y como ofrenda al Papa», explicó Emmanuel al Sumo Pontífice mientras le entregaba el presente. El Presidente Santos contó al Papa que la vida de Emmanuel “simboliza lo que estamos viviendo en Colombia, un niño que nació en la guerra pero que ahora tiene todas las oportunidades para crecer en paz”.

“Sigan adelante”

Una multitud acompañó el trayecto en Papamovil desde el aeropuerto a la Nunciatura que se convertirá hasta el 10 de septiembre en la residencia del santo Padre.

Al llega el Papa Francisco animó a los miles de jóvenes que lo esperaban a que no se dejen robar “la alegría y la esperanza”. “Gracias por la alegría, gracias por el coraje. No se dejen robar la alegría. ¿Qué es lo que no se tienen que dejar robar?”, preguntó el Santo Padre, a lo que los jóvenes respondieron: “¡La alegría!”.

“Que nadie se las robe, que nadie los engañe. No se dejen robar la esperanza. ¿Qué es lo que no se deben dejar robar?”, continuó el Santo Padre. “¡La esperanza!”, respondieron los presentes.

La bienvenida al Papa Francisco también incluyó una presentación de rap y danzas tradicionales por parte de jóvenes del Instituto Distrital para la Protección de la Niñez y la Juventud (Idipron), una entidad fundada por el sacerdote salesiano P. Javier de Nicoló, para niños y jóvenes en situación de vulnerabilidad social y de indigencia. Francisco respondió a los cantos y bailes con una inmensa sonrisa que permaneció en su rostro durante todo el tiempo que duró la presentación.

“Hasta los más chicos pueden ser héroes y los más pobres. Vivieron engañados, se equivocan, se levantan, y son héroes y van adelante ¡Sigan adelante! ¡Sigan adelante así!”, exhortó.