En la Iglesia hay personas que usan la rigidez para cubrir sus propios pecados

viernes, 5 de mayo de 2017
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05/05/2017 – En su homilía de ésta mañana, el Papa Francisco dijo que también hoy en la Iglesia hay personas que usan la rigidez para cubrir sus propios pecados. Al comentar la Primera Lectura del día, tomada de los Hechos de los Apóstoles, el Pontífice se detuvo a considerar la figura de San Pablo, quien de rígido persecutor llega a ser manso y paciente anunciador del Evangelio.

Francisco observó que “la primera vez que aparece el nombre Saulo es en la lapidación de Esteban”. Y agregó que Saulo era un “muchacho rígido e idealista” que estaba “convencido” de la rigidez de la Ley. Era rígido pero “era honesto”. Y añadió que Jesús “tuvo que condenar a los rígidos que no eran honestos”:

“Son los rígidos de doble vida: se hacen ver bellos, honestos, pero cuando nadie los ve, hacen cosas malas. En cambio, este muchacho era honesto: creía eso. Yo pienso, cuando digo esto, en tantos muchachos que han caído en la tentación de la rigidez, hoy, en la Iglesia. Algunos son honestos, son buenos, debemos rezar para que el Señor los ayude a crecer en el camino de la mansedumbre”.

El Santo Padre prosiguió diciendo que “usan la rigidez para cubrir debilidades, pecados, enfermedades de personalidad y usan la rigidez” para afirmarse sobre los demás. Y observó que Saulo, que había crecido en esta rigidez, no puede tolerar lo que para él era una herejía y así comienza a perseguir a los cristianos.

San Pablo se convierte, de persecutor en evangelizador. El Papa dijo que el “muchacho rígido, que se hizo un hombre rígido, ¡pero honesto!, también se hizo niño y se dejó conducir hacia donde el Señor lo llamaba. Lo que definió como la fuerza de la mansedumbre del Señor”. Saulo, por lo tanto, se convierte en Pablo, anuncia al Señor hasta el final y sufre por Él:

“Y así, este hombre desde su propia experiencia predica a los demás, de una parte a la otra: perseguido, con tantos problemas, también en la Iglesia, también debió sufrir que los propios cristianos se pelearan entre ellos. Pero él, que había perseguido al Señor con el celo de la Ley, dirá a los cristianos: ‘Con lo mismo con que ustedes se han alejado del Señor, han pecado, con la mente, con el cuerpo, con todo, con los mismos miembros ahora son perfectos. Den gloria a Dios’”.

“Está el diálogo entre la suficiencia, la rigidez y la mansedumbre”, dijo Francisco. “El diálogo entre un hombre honesto y Jesús que le habla con dulzura”. Y así “comienza la historia de este hombre que hemos conocido de muchacho, en la lapidación de Estaban, y que terminará traicionado por un grupo de cristianos”. Para algunos – afirmó – la vida de San Pablo “es un fracaso”, como la de Jesús:

“Éste es el camino del cristiano: ir adelante por las huellas que Jesús ha dejado, huellas de su predicación, huellas de su sufrimiento, la huella de la Cruz, la huella de la resurrección. Pidamos a Saulo, hoy, de modo especial, por los rígidos que hay en la Iglesia; por los rígidos-honestos como él, que tienen celo, pero que se equivocan. Y por los rígidos hipócritas, los de doble vida, aquellos de los cuales Jesús les decía: ‘Hagan lo que dicen, pero no lo que hacen’. Recemos por los rígidos, hoy”.

Fuente : Radio Vaticana