Preparen su corazón para recibir al Señor que ya viene

jueves, 7 de diciembre de 2017
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14 février 2014 : Le pape François saluant la foule à la fin de l'audience spéciale de la St Valentin. Place Saint-Pierre au Vatican, Italie. February 14, 2014: Pope Francis waves as he leaves at the end of a special audience with engaged couples, to celebrate Saint Valentine's day, in Saint Peter's square at the Vatican.

07/12/2017 – El papa Francisco , durante la audiencia general del miércoles 6 de diciembre, compartió su experiencia y agradecimiento a Dios por el viaje apostólico que ha realizado a Myanmar y Bangladesh que se llevó a cabo del  26 de noviembre al 2 de diciembre 2017. El encuentro se dio en el aula Pablo VI y no como se acostumbra en la Plaza de San Pedro, para proteger del frío a los enfermos y los peregrinos congregados.

El Papa recordó que su visita a Myanmar fue “la primera de un Papa a aquel país; una nación que a pesar de haber sufrido mucho, se encamina hacia una nueva realidad de paz y libertad”.

Asimismo, señaló a la comunidad cristiana como “un pequeño fermento del Reino de Dios, que ha sabido dar testimonio de la fe y que cuenta con una juventud llena de esperanza y de alegría”.

Rememoró su encuentro con el Consejo Supremo de los monjes budistas, donde hizo un paralelismo entre Buda y san Francisco de Asís, donde manifestó su “deseo” de que católicos y budistas trabajen unidos “para ayudar a las personas a amar a Dios y al prójimo, rechazando todo tipo de violencia”.

Francisco y la casa de las Hermanas de Santa Teresa de Calcuta

En Daca, a la luz de un fuerte “diálogo interreligioso y ecuménico”, Francisco recordó la visita que ha realizado a la “Casa Madre Teresa”, donde se alojaba la santa cuando ella estaba en esa ciudad, y que acoge a muchos huérfanos y personas con discapacidades. “Allí, de acuerdo con su carisma, las hermanas viven todos los días la oración de adoración y el servicio a los pobres y sufriendo a Cristo”, dijo Francisco. “Jamás, jamás sale de sus labios la sonrisa. Religiosas que rezan tanto y sirven a los que sufren continuamente con la sonrisa. Es un lindo testimonio. Agradezco mucho a estas monjas”, aseguró Francisco.

 

Bangladesh

Sucesivamente, el Papa ha recordado cada momento de su viaje apostólico a Bangladesh, país de mayoría musulmana y donde ha seguido las huellas “del beato Pablo VI y de san Juan Pablo II”. “Ha sido un paso más en favor del respeto y del diálogo entre el islam y el cristianismo”, destacó el Papa.

 

Rohingya

Tras seis días de viaje, el papa Francisco en el vuelo de regreso a Roma desde Bangladesh había confiado a la prensa que lloró al escuchar a 16 refugiados rohingyas y explicó que el hecho de poder conocer a miembros de esa minoría musulmana había sido “una condición” para viajar a Myanmar y Bangladesh.

“Allí he querido expresar también mi solidaridad con Bangladesh en su compromiso por socorrer a los prófugos Rohingya”, manifestó.

El Papa pidió “perdón” a los refugiados rohingyas por la indiferencia del mundo. Según denunció Naciones Unidas, 620 mil musulmanes rohingyas escaparon en los últimos meses de Myanmar, donde son víctimas de una limpieza étnica. El Pontífice aseguró que a las autoridades del país les recordó que la Santa Sede apoya desde su independencia la exigencia que en ese país haya una protección de la “libertad religiosa”.

En particular, ha querido expresar su “solidaridad con Bangladesh en su compromiso de ayudar a los refugiados rohingya”, quienes llegan en masa a su territorio, “donde la densidad de población ya se encuentra entre las más altas del mundo”. En efecto, su territorio es casa para 150 millones de personas.

El Papa subrayó dos momentos de particular alegría con los cristianos del país: “la ordenación de 16 sacerdotes y el encuentro con los jóvenes, quienes con sus cantos y danzas manifestaron la alegría del Evangelio”.

Antes de la misa que presidió, el papa Francisco, como acostumbra antes de ordenar a un sacerdote, ha querido conversar con ellos durante unos minutos. Dijo que los ha percibido serenos y hasta les preguntó si jugaban fútbol.

En el encuentro con los jóvenes destacó  que “fue muy significativo que estuvieran también presentes jóvenes musulmanes y de otras religiones, siendo un signo éste de esperanza para Bangladesh, para Asia y para el mundo entero”.

Al final el Papa, en este tiempo de Adviento, animó a los fieles a “fortalecer su vida cristiana con la oración, la escucha de la Palabra de Dios y las obras de caridad, y, siguiendo el ejemplo de la Inmaculada Virgen María”.