Si quitamos a Jesús, ¿qué queda de la Navidad?

lunes, 18 de diciembre de 2017
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Niño Jesús

18/12/2017 – Cómo es tradición el 3er domingo de Adviento el Papa bendijo las imágenes del niño de Jesús que se pondrán en los pesebres familiares el 24 por la noche. Este 17 de diciembre de 2017 se congregaron miles de niños de los oratorios romanos para la bendición del “Niño Jesús”. Pequeños y grandes, cada cual con el suyo, que trajeron de sus casas, comprados y confeccionados por los mismos chicos en su casa o en los oratorios.

Esta tradición de los Oratorios Romanos inició en los 90 y este año tuvo por lema: “Hay un lugar para ti”, para recordarnos que no estamos solos, que somos una comunidad que se prepara para recibir a Jesús en nuestras casas, en nuestros Oratorios y en nuestros corazones.

El Papa dijo “Y ahora saludo con afecto a los niños que vinieron para la bendición de los “Niñitos”, organizada por el Centro Oratorios Romanos… “¡Siempre hay un lugar para ti!”, dice el cartel. “Si quitamos a Jesús, ¿qué queda de la Navidad? Una fiesta vacía” comentó Francisco. “Cuando recen en casa, ante el pesebre con sus familiares, déjense atraer por la ternura del Niño Jesús, nacido pobre y frágil en medio de nosotros, para darnos su amor. Ésta es la verdadera Navidad. Si quitamos a Jesús, ¿qué queda de la Navidad? Una fiesta vacía. No quitar a Jesús de la Navidad: Jesús es el centro de la Navidad, ¡Jesús es la verdadera Navidad! ¿Entendido?” invitó. 

 

La certeza de nuestra alegría es Jesús

En la primera actitud, el Apóstol exhorta a estar siempre alegres, aun cuando las cosas no marchan como quisiéramos,  pero está esa alegría profunda, que es la paz, señaló el Papa, recordando que las angustias, las dificultades y los sufrimientos atraviesan la vida de cada uno. Y que muchas veces la realidad que nos rodea parece árida como la del desierto en el que resonaba la voz de Juan Bautista, como recuerda el Evangelio de este domingo. Pero las palabras del Bautista nos revelan la certeza de nuestra alegría:

“ Se trata de Jesús, el enviado por el Padre que viene, como subraya Isaías, a dar la buena noticia a los que sufren, para vendar los corazones desgarrados, para proclamar la amnistía a los cautivos, y a los prisioneros la libertad, para proclamar el año de gracia del Señor (61,1-2) ”

Estas palabras que Jesús hace suyas en el discurso de la sinagoga de Nazaret (cfr Lc 4,16-19), aclaran que su misión en el mundo consiste en la liberación del pecado y de las esclavitudes personales y sociales que el pecado produce. Él ha venido a la tierra para volverle a dar a los hombres la dignidad de los hijos de Dios, que sólo Él puede comunicar y dar la alegría por ello».

 

El que encuentra a Cristo no puede ser profeta de desventuras

Tras hacer hincapié en que la alegría que caracteriza la espera del Mesías se basa en la oración perseverante, el Obispo de Roma reiteró que por medio de la oración podemos entrar en una relación estable con Dios, que es la fuente de la verdadera alegría:

La alegría del cristiano no se compra: no se puede comprar; mana de la fe y del encuentro con Jesucristo, razón de nuestra felicidad. Y cuanto más arraigados estamos en Cristo, cuanto más cerca de Jesús estamos, más encontramos serenidad interior, aun en medio de las contradicciones cotidianas. Por ello el cristiano, habiendo encontrado a Jesús, no puede ser profeta de desventuras, sino testigo y heraldo de alegría. Una alegría que hay que compartir con los demás; una alegría contagiosa que hace menos fatigoso el camino de la vida ”

Dad gracias a Dios en toda ocasión: ésta es la voluntad de Dios en Cristo Jesús (1 Ts 5,16-24)

“ La tercera actitud indicada por Pablo es la acción de gracias continua, es decir el amor reconocido hacia Dios. Él en efecto es muy generoso con nosotros, y nosotros estamos invitados a reconocer siempre sus beneficios, su amor misericordioso, su paciencia y bondad, viviendo así en un agradecimiento incesante ”.

La Madre de Dios nos acompañe para prepararnos a la Navidad

«Alegría, oración y gratitud son tres actitudes que nos preparan a vivir la Navidad de modo auténtico. Alegría, oración y gratitud ¡Digámoslo todos juntos: alegría, oración y gratitud. Otra vez: … En este último tramo del tiempo de Adviento, nos encomendamos a la maternal intercesión de la Virgen María. Ella es ‘causa de nuestra alegría’, no sólo porque ha generado a Jesús, sino porque nos conduce siempre a Él».

Al inciar sus saludos, tras el rezo a la Madre de Dios, el Papa Francisco se vio interrumpido por los fieles que alegremente le cantaron el Cumpleaños Feliz, a lo que el Pontífice respondió conmovido con un “¡gracias, muchas gracias!”. Francisco cumplió ayer 81 años.

 

 

Fuente: News.va