¿Cómo predisponernos para recibir al Espíritu Santo?

miércoles, 4 de junio de 2014
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21/05/2015 –  Nos vamos preparando para la gran fiesta de Pentecostés y junto al Padre Pablo Nassif, Vicario Pastoral de la Arquidiócesis de Córdoba, reflexionamos sobre algunas claves para vivir la fiesta del Espíritu Santo.

“La primer gran clave tiene que ser en nosotros la docilidad y la humildad para dejarnos conducir y guiar por el Espíritu Santo, que viene en ayuda de nuestra debilidad. Es una fiesta que no se entra a los prepos ni nos podemos acercar con chapas de reclamos, sino con la humildad sencilla y serena de sabernos necesitados de la gracia de Dios” comentó el sacerdote cordobés.

Además, hablando de la necesidad de disponer el corazón dijo que “de la mano de María y de los santos aprendemos que aquellos que se han sabido frágiles y débiles, son los que han podido dejarse guiar y conducir por el Espíritu de Dios”.  También aclaró que “el Espíritu Santo no quiere manipularnos sino, como hijos de Dios, hacernos libres”. Quiere desacomodarnos para invitarnos a ver más lejos.

El Padre Pablo comentó que la oración que la Iglesia nos invita a rezar en éste tiempo, el Himno al Espíritu Santo, ella misma puede ser un gran espacio para predisponernos.

Ven, Espíritu Santo,
y envía del Cielo
un rayo de tu luz.

Ven, padre de los pobres,
ven, dador de gracias,
ven luz de los corazones.

Consolador magnífico,
dulce huésped del alma,
su dulce refrigerio.

Descanso en la fatiga,
brisa en el estío,
consuelo en el llanto.

¡Oh luz santísima!
llena lo más íntimo
de los corazones de tus fieles.

Sin tu ayuda,
nada hay en el hombre,
nada que sea bueno.

Lava lo que está manchado,
riega lo que está árido,
sana lo que está herido.

Dobla lo que está rígido,
calienta lo que está frío,
endereza lo que está extraviado.

Concede a tus fieles,
que en Ti confían
tus siete sagrados dones.

Dales el mérito de la virtud,
dales el puerto de la salvación,
dales la felicidad eterna.

Programa emitido 04/06/2014