Dios llora de pena

jueves, 20 de noviembre de 2014
image_pdfimage_print

mirando-ciudad

“Si hubieras comprendido el mensaje de paz…” Así se lamenta Jesús de Jerusalén.

“Si hubieras comprendido el mensaje de paz…” no habría divisiones, intereses mezquinos, ni oprimidos ni opresores.

“Si hubieras comprendido el mensaje de paz…” no habría guerras, balas, tanques, aviones.

“Si hubieras comprendido el mensaje de paz…” no habría hambre en el mundo.

“Si hubieras comprendido el mensaje de paz…” no tendríamos gobiernos corruptos y corrompidos.

“Si hubieras comprendido el mensaje de paz…” no estaría contaminado ese río ni gris aquel cielo.

“Si hubieras comprendido el mensaje de paz…” no estaría la villa plagada de narcos y transas, ni se vendería droga en los baños de nuestras escuelas.

“Si hubieras comprendido el mensaje de paz…” no habría trabajo esclavo ni trata de personas.

“Si hubieras comprendido el mensaje de paz…” no hubiese muerto aquella niña en la barriada por el aborto mal hecho.

“Si hubieras comprendido el mensaje de paz…” habría menos mercaderes de la muerte y más militantes de la vida.

“Si hubieras comprendido el mensaje de paz…” nos sentiríamos todos hermanos.

“Si hubieras comprendido el mensaje de paz…” podríamos quizás entender que somos valiosos y dignos por ser humanos, y no por lo que llevamos puesto, de qué barrio venimos, a qué facultad vamos, qué modelo de auto ostentamos.

“Si hubieras comprendido el mensaje de paz…” habría más abrazos y menos ansiolíticos.
Paz es mucho más que no-guerra. Es una sociedad que se siente en la diversidad de sus miembros responsables unos de otros y todos juntos luchan diariamente por la justicia, la verdad, la reconciliación. En fin. Es el grito por un mundo más humano y por tanto, más digno de ser vivido.
Jesús, regalanos hoy ser constructores de tu paz.

 

 

P. Sebastían García

sacerdote de la congregación Sagrado Corazón de Jesús de Betarrán

sobre el evangelio de Lc 19, 42-46