“Huir en el desierto”

12/04/2018 En el Primer libro de Reyes capítulo 19 nos encontramos con el profeta Elías huyendo, cansado y temiendo por su vida.

La reina Jezabel ha jurado deshacerse de él en un día; él se ha enterado a tiempo, ha huído a escondidas y escapa solo por el desierto.

También hay en nuestra vida momentos de huida, de desierto y de depresión. Y nos preguntamos “¿De qué sirve todo lo que he hecho?” Y nos invade el hastío.

Entonces, como sucedió con Elías,  llega el ángel y me toca el hombro. Me despierto y veo a mi lado “una torta cocida sobre piedras calientes y un jarro de agua”.

Y el ángel insiste: “Come y bebe, que te queda un largo camino”.

Y me levanto,  y como y bebo,  con gratitud creciente según me van volviendo las fuerzas al alma, para seguir caminando.

“Elías se levantó, comió y bebió, y con la fuerza de aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta el monte de Dios, el Horeb.”

Adaptación de “El ángel de la prueba” (libro “Vivir con alas” , p. Carlos Valles – Editorial San Pablo)

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