La búsqueda que se transforma en encuentro

martes, 20 de febrero de 2018
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19-02-2018 -Todos los lunes de verano nos visita Pablo Martínez con su anuncio. En esta oportunidad Pablo trabajó sobre la base de su canción “Voy por tu rostro” que reza lo siguiente:

Voy por tu rostro, sediento, voy por tu mirada.
Busco encontrarte como ese ciervo busca el agua.
Sueño de noche y de día ver a tu llegada
y contemplar tu belleza anhelada.

Mira mi lámpara: trato de que esté encendida.
Noche tras noche ella arde, espera tu venida.
Tú que conoces mi alma que por Ti suspira,
quiere beber de tu fuente de vida.

Como un niño levanta los brazos llamando a su mamá,
a los míos elevo bien en alto clamando por tu llegar…
Dios, yo te busco. Dios, te anhelo.
Quiero ver tu rostro y contemplar tu santidad.
Quiero entrar en tu morada y en ella habitar.

 

Pablo explicó que esta canción habla del anhelo y el deseo de encontrase con Dios. En lo profundo del corazón hay una sed que nos hace buscar a ese gran Otro que llamamos Dios. Al buscar al Señor nos topamos con una verdad: nuestra búsqueda se transforma en un encuentro con Aquel que nos buscó primero.

Nuestra sed no se sustenta en un esfuerzo por encontrar a Dios sino que tengo que dejarme encontrar por Él. Descubrir que Dios me estaba buscando desde antes.

Pablo explicó el neologismo utilizado por el Papa Fransisco en Evangeli Gaudium: el Señor nos “primerea”. Primerear significa que Dios toma la iniciativa. El Amor no especula, solo sale al encuentro. Dios toma la iniciativa, es atrevido. En segundo lugar primerear significa que su Amor es gratuito. No hay nada que podamos hacer para que Dios nos deje de querer. Dios nos ama porque se le “da la gana”.

Por eso Pablo nos dejó algunas preguntas para reflexionar: ¿Cómo estás viviendo al amor que Dios te tiene? ¿Sos consciente que su Amor se anticipa?