La peregrinación una metáfora de la vida

viernes, 9 de octubre de 2015
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Peregrinacion1

09/10/2015 – El caminar con otro está enraizado en el ser humano y lo vemos a lo largo de toda la historia. Las poblaciones más primitivas eran nómades pero no individualistas; se me movían en grupos, en clanes. Eran nómades y no peregrinos, porque su caminar no tenía como objetivo el llegar a un lugar juntos para después volver enriquecidos, sino más bien se mudaban juntos de un lugar a otro.

El peregrino tiene un punto de partida, su tierra, su mundo, y va a la búsqueda de otro, en el que reconoce, como en el caso de los cristianos, una presencia, un acontecimiento de gracia; generalmente este acontecimiento se da en torno a un santuario.

La historia de Israel fue testigo de largas peregrinaciones como la del Éxodo, donde quizás no tomamos conciencia de la prueba que fue para ese pueblo, porque literalmente su paso por el desierto fue muy lento. Dios probó a su pueblo con la paciencia y al mismo tiempo se mostró infinitamente fiel. Y desde entonces, el pueblo de Dios gusta del peregrinar, ponerse en camino junto con otros… Hicieron 40 kilómetros en 400 años.

En la identidad del Pueblo argentino, está el caminar. Nuestra tierra argentina, tan marcada por un ADN individualista que le dificulta ser Nación, sin embargo nos regala año tras año, con una sinfonía de peregrinaciones sobre todo en esta segunda parte del año. Ellas, como toda peregrinación, no son otra cosa que metáforas de la vida, de ese caminar juntos hacia el encuentro con una presencia superior.

Por eso, queremos en este programa de Camino de Emaus, ahondar en esta riqueza de nuestra religiosidad popular y compartir las diversas peregrinaciones que hay en nuestras regiones deteniéndonos también en las vivencias que producen en quienes participan.

“En la peregrinación aprendemos a tener paciencia, cuántas veces queremos apresurar las cosas y Dios nos muestra que sus tiempos son distintos. Eso se aprende en el camino” indicó el P. Alejandro Puiggari.