Las caricias de Dios

miércoles, 17 de enero de 2018
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caricias de Dios

17/01/2018 – En el “Hoy puede ser”, todos los lunes de enero y febrero, escuchamos las reflexiones que Pablo Martínez, músico y catequista, hace a partir de sus canciones.

En esta oportunidad, tomó la canción “Tus caricias”, que podemos encontrar en el disco “Lo sabes” y habló sobre “Las caricias de Dios”. “Esta canción surgió un día que me sentía triste, sin saber porqué. Fui a Misa y cuando terminó la celebración, el sacerdote me dijo había rezado la Misa por mí. En ese momento sentí que su ofrecimiento había sido una caricia de Dios y escribí la canción”, recordó Pablo.

Luego, preguntó: “¿Qué significa que Dios nos acaricie? Muchos se pensarán cómo puede acariciarnos, si no tiene mano para tocarnos”. El diccionario define la palabra caricia como contacto físico suave y delicado, que se hace deslizando la mano sobre un cuerpo como muestra de cariño.

“Dios nos acarició en la persona de Jesús, porque Él pudo acariciar y también se dejo acariciar. Además de la caricia física, el ser humano necesita de esas caricias que no se ven, pero que se sienten, que transforman y restauran. No importa la circunstancia en la que nos encontremos, siempre las caricias de Dios son consuelo y nos acercan al cielo”, expresó.

“¿Hicieron esa experiencia de las caricias de Dios, de esa presencia que consuela? ¿De qué manera, a través de quienes o cómo se manifestó?”, volvió a interrogar a la audiencia.

Por otra parte, Pablo aclaró que el consuelo de Dios, no significa lástima ni resignación y que, como consecuencia del consuelo de Dios, nuestra vida nunca queda igual sino que se transforma y se renueva. “El consuelo de Dios sabe a amor, a vida y a esperanza”, dijo.

Finalmente, Pablo comentó que el consuelo no puede quedar solo en nosotros: “Dios nos consuela en nuestras tribulaciones para que podamos consolar a los demás. Cuando nos descubrimos acariciados por Él debemos seamos testitgos de esas caricia para los demás. Podemos hacerlo ayudando a que otros tengan vida digna, con gestos y caricias, visitando a aquellos que lo necesitan”.