#Tetazo: Las implicancias sociales del cuerpo

jueves, 9 de febrero de 2017
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playa

09/02/2017 – La noticia de tres mujeres que fueron denunciadas por presentarse en una playa de Necochea con el pecho descubierto generó fuertes debates y hasta dio lugar ayer a manifestaciones en distintos puntos del país que se denominaron #tetazos.

Hablamos sobre el cuerpo, el pudor y las implicancias sociales de nuestro cuerpo junto a la Lic. María Marta Bianco. “Vivir humanamente significa que lo que al otro le pasa me cuestiona y me hace pensar” comenzó diciendo. Allí planteó el contexto que vivimos como sociedad argentina de violencia frente al cuerpo femenino en relación a los femicidios, la trata, los cánones de belleza que tienden a desnaturalizar el cuerpo de la mujer incluyendo intervenciones y cirugías, y el cuerpo “rentable”.

“El tetazo pareciera ser un síntoma social, una metáfora del maltrato, algo que emerge en forma virulenta y que genera un conflicto” dijo la especialista y agregó que “vivir humanamente significa compartir con el otro un espacio, un territorio, pactar, acordar tratarnos humanamente significa ponerme en el lugar del otro…verte desde dentro. Es la dimensión Yo /Tu, aunque estés en la vereda de enfrente y nos separe una grieta, estamos en el mismo territorio”.

“Creo que lo peor que nos puede pasar como cristianos es sentarnos a enjuiciar a los otros y ver cómo pasan delante nuestro creyéndonos buenos y morales. Aunque seguramente te de pudor y te parezca fuera de lugar  mostrar los pechos,  intentá hoy ponerte en el lugar del otro, déjate cuestionar” invitó. 

“Somos un cuerpo, y ese cuerpo está atravesado por una historia, por los acontecimientos sociales, lleva las cicatrices de nuestras decisiones, de nuestro acontecer, de dolores sufrimientos y alegrías. Somos como un mapa” comentó Marimar planteando la necesidad de “humanizar” el cuerpo. El cuerpo se humaniza a través de la mirada, así, por ejemplo, hasta los dos años el niño se reconoce desde el adulto conforme a la mirada que le da al niño. El adolescente centra la mirada en su propio cuerpo buscando su identidad, hasta que llegado a la juventud podrá mirarse y mirar su contexto. 

“Estamos atravesados por la mirada social. Siempre hay una implicancia social de todo lo que hacemos y como nos movemos” comentó la especialista. “Necesitamos comprender que mis acciones corporales siempre tienen implicancias en el otro” explicó.

 

 

Podés escuchar la entrevista completa haciendo clic en la barra de audio