Matrimonio: madurar el Amor – P. Javier Soteras

miércoles, 25 de octubre de 2017
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25/10/17 – En otra entrega del especial para matrimonios desde el Magisterio de la Iglesia, el P. Javier Soteras habló sobre el espíritu de desprendimiento entre los esposos, inspirado en la Exhortación apostólica Amoris Laetitiadel Papa Francisco.

Una de las nuevas perspectivas que menciona el P. Javier es el  desprendimiento: “Hemos dicho muchas veces que para amar a los demás primero hay que amarse a sí mismo. Sin embargo, este himno al amor afirma que el amor «no busca su propio interés», o «no busca lo que es de él». También se usa esta expresión en otro texto: «No os encerréis en vuestros intereses, sino buscad todos el interés de los demás» (Flp 2,4). ” dice el Papa Francisco en la Exhortación apostólica. Con esto, explicó el P. Javier Soteras, se refiere al “amor de familia, amor de amigos, de compañeros de trabajo, amor filial, amor fraterno y el amor de máxima entrega que es el amor oblativo” con éste último se refiere al amor hasta dar la vida. Este es el tipo de amor que se espera en el ámbito de la vida matrimonial, y ciertamente tiene sus exigencias.

Pertenece más a la caridad querer amar que querer ser amado” dijo Santo Tomas de Aquino y el P. Soteras agregó que El amor existe simplemente para amar hasta darlo todo“. 

El amor también se madura superando pruebas

Es necesario trabajar en la tolerancia y el encause de la agresividad, no solo resistir, sino aprovechar las energías que se nos presentan para avanzar positivamente sobre los desafíos que tenemos hacia adelante. “La agresividad en sí misma no es mala, lo malo es la violencia. Si no le damos cause a esas energías se nos pueden venir en contra. ¿Qué hacer con las energías que se despiertan en nosotros cuando un agente externo viene a quitar la armonía?” agregó el padre y luego continuó diciendo “Si liberamos la bronca tiramos mas leña al fuego, si ponemos las cosas en un lugar positivo podemos aprovechar esa fuerza para, desde ese lugar vencer los obstáculos que tenemos por delante. La agresividad es una parte constitutiva para una virtud muy importante que es la de la fortaleza.

Hablando sobre la promesa de los esposos: “en la salud y en la enfermedad” el Padre Javier comentó: “Es mas importante el don y la gracia, que las exigencias donde el don y la gracia se ven a prueba para crecer, son mas importante las buenas que las malas, uno tiene que apoyarse en las buenas para estar en las malas, las malas son una gran oportunidad“.

Del amor tierno de los novios al amor fuerte de las dificultades

Planteando el noviazgo como base sólida para un matrimonio firme el padre Javier aconsejó que “Debemos disfrutar de los momentos del amor tierno que es el del noviazgo, el amor del enamoramiento, del conocerse. Después llega el amor fuerte, que es el amor de la carne, de los hijos, de la sustentabilidad del proyecto, que es el que sigue después del amor tierno. El amor tierno debe estar siempre en el amor fuerte.

Éste amor que nos contiene como matrimonio es aquello que construimos en el noviazgo, “Si no tenemos el continente del amor tierno bien trabajado, las fuerzas que se liberan en las crisis pueden no ser positivas para superar las dificultades, la agresividad que surge de las crisis es para que nosotros, desde el amor tierno que nos contiene, ir hacia adelante yendo mas allá de lo que iríamos si fuéramos guiados por nuestro propio esfuerzo.” concluía el director de Radio María Argentina. 

El Evangelio invita más bien a mirar la viga en el propio ojo (cf. Mt 7,5), y los cristianos no podemos ignorar la constante invitación de la Palabra de Dios a no alimentar la ira” dice el Papa en Amoris Laetitia. Cuando se pone en crisis el continente del amor tierno y este permanece de pie, aparecen otras fuerzas dentro de nosotros que piden lugar para incorporarse dentro de este amor tierno. ¿Cómo se sostiene el continente? por el diálogo agregó.

En el punto 105 de la Exhortacion leemos: “Si permitimos que un mal sentimiento penetre en nuestras entrañas, dejamos lugar a ese rencor que se añeja en el corazón. La frase logízetai to kakón significa «toma en cuenta el mal», «lo lleva anotado», es decir, es rencoroso. Lo contrario es el perdón, un perdón que se fundamenta en una actitud positiva, que intenta comprender la debilidad ajena y trata de buscarle excusas a la otra persona, como Jesús cuando dijo: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen» (Lc 23,34)”. “Es muy importante perdonar, después de conversado, visto y revisado. La única forma de avanzar es mirando juntos hacia adelante” dijo el Padre Javier.

 

 

Podés escuchar la entrevista completa haciendo clic en la barra de audio debajo del título.