“Providencialmente, todo es signo de la presencia de Dios”, afirmó el nuevo obispo de Neuquén

jueves, 17 de agosto de 2017
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17/08/2017 – A principios de este mes, el Papa Francisco aceptó la renuncia de Monseñor Virginio Bressanelli a la diócesis de Neuquén por haber alcanzando la edad de 75 años y en su lugar nombró a Monseñor Fernando Croxatto, hasta ese momento obispo auxiliar de Comodoro Rivadavia. En diálogo con Nestor Rocchiccioli, Monseñor Croxatto afirmó que “todo ha sido una sorpresa repentina que me ha cambiado el andar cotidiano”. Asimismo, confirmó que la fecha de asunción en Neuquén será el 22 de setiembre: “Todo eso acomoda y acelera este tránsito hacia ese día”, dijo Monseñor Croxatto desde la ciudad de Trelew, donde está a cargo de una de las vicarías de la diócesis de Comodoro Rivadavia.

“Providencialmente, todo es signo de la presencia de Dios. Yo formo parte de la comisión episcopal de Misiones y con ese motivo tuve oportunidad de tomar contacto con los neuquinos con motivo del Congreso Misionero Nacional que se realizará en noviembre próximo”, aseguró emocionado. Monseñor Croxatto relató que “el día de mi nombramiento pude celebrar la misa en la Catedral de Neuquén junto a Monseñor Bresanelli y el resto de los obispos patagónicos presentes”.

Respecto de la presencia del obispo emérito en los inicios de su actividad pastoral en Neuquén, Monseñor Croxatto manifestó que “sí o sí, Monseñor Bresanelli tiene que acompañarme en los primeros meses”. “Pero Monseñor Bresanelli no se va a quedar definitivamente en la capital neuquina porque pertenece a la Congregación de los Padres Dehonianos y ya hay planes para su futuro”, indicó desde la ciudad chubutense de Trelew.