Tejiendo redes sin engancharse

martes, 9 de septiembre de 2014
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Tirar redes1

 

09/09/2014 – El Padre Javier Soteras junto a Doña Jovita, reflexionaron en torno a Jesús que llama a sus discípulos. Además, la viejita de Traslasierras presentó una historia hecha canción sobre las redes sociales y el peligro de vernos enredados en ellas.

 

En esos días, Jesús se retiró a una montaña para orar, y pasó toda la noche en oración con Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos y eligió a doce de ellos, a los que dio el nombre de Apóstoles: Simón, a quien puso el sobrenombre de Pedro, Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, Simón, llamado el Zelote, Judas, hijo de Santiago, y Judas Iscariote, que fue el traidor.

Al bajar con ellos se detuvo en una llanura. Estaban allí muchos de sus discípulos y una gran muchedumbre que había llegado de toda la Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón, para escucharlo y hacerse curar de sus enfermedades. Los que estaban atormentados por espíritus impuros quedaban curados; y toda la gente quería tocarlo, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos.

Lc 6,12-19

 

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 Una red que integra lo diverso

Jesús va entretejiendo una red que tiene la inclusión de lo diverso: 4 pescadores, gente ruda, que busca un día por un sector del mar al día siguiente en otro lugar y todos los días se pregunta por dónde… Además está Mateo, el cobrador de impuestos, un hombre de las finanzas con vínculos complicados con el poder del tiempo. También hay un judío sin dobléz, Natanael, un hombre hecho y derecho, y a la vez hay dos revolucionarios del tiempo de Jesús… En el entretejido de esta red hay mucha diversidad. Y en esta red nadie se pierde porque el contenido de la vida nueva corre por los nudos y genera una fuerte atracción.

La humanización de la red que Jesús crea es lo que marca la diferencia. Su red anuncia una vida nueva. En este día queremos, en nombre suyo, tirar nuevamente las redes…

Cristo de las redes

 

Soy de la orilla vaga
que hay entre el twitter y la gilada
Soy una grosa posteando cosas
desde el Wappsap

Todo lo cuelgo al Facebook
ahí ta mi gente y allí me entrego
sacando el cuero twitiendo fiero
se aquí pa` allá

Tengo el color del frío
y desde la sombra un millón de amigos
Tengo la pansa como una lanza
juntando gas

Pero a veces tortura
de verme atada y que no se cura
esta manía de cada día
en la Red Social

Cristo de las redes
no hay aplicaciones
que me desenreden
me saquen los ratones

Yo se que vos no te fuiste
y esperás que te demo alpiste
la vista tensa y una no piensa
más que en seguir

Que venga un aire fresco
y que me lleve este vicio lejos
y que soplando vaya desatando,
pido por fin

 

 

“¿Qué hago cuando estoy enredada? Yo siempre se que hay una rendijita y que nunca hay desamparo” comentó la abuela

La fuerza del amor es la que cura. Las redes sociales no sabemos si curan pero los abrazos y los encuentros sí curan. San Juan de la Cruz decía que los males de amor se curan con presencia y figura… osea con encuentros y permanencia, un estar al lado del otro. Cuando no alcancen los satélites que llegue el corazón.

Por eso dice la palabra que mucha gente se acercaba a Jesús y cuando lo tocaban quedaban curados. Jesús expulsa los demonios, libera a las personas de los enredos. El gran secreto sanador de este tiempo está en generar redes de encuentro, que los celulares y las redes no interfieran el encuentro.

Padre Javier Soteras