Tomás y el encuentro con el Resucitado

jueves, 20 de abril de 2017
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Jesús aparece con sus llagas y les muestra un camino de liberación que corre las piedras de la oscuridad, de la muerte, del vacío, del sinsentido, del odio, de la venganza y de la traición (13)

20/04/2017 –  En la Catequesis audiovisual de hoy, siguiendo la octava de Pascua, reflexionamos en torno a la fe a partir del encuentro de Jesús con Tomás.

Jesús Resucitado se había aparecido al grupo de los doce en el cenáculo, pero Tomás no se encontraba entre ellos. Con el corazón dolido, aún por los acontecimientos de la pasión, Tomás experimenta el enojo: dicen que se les ha aparecido Jesús, pero él no estaba ahí. Casi a modo de capricho, Tomás pide ver para poder creer. Jesús vuelve a aparecer en medio de los discípulos y llama personalmente al discípulo a que se acerque.

La fe nos hace dar pasos más grandes que los que haríamos por nosotros mismos. El Señor nos habla y nos hace sentir en lo profundo del alma una mirada diferente, resucitada. Vivir en la fe implica ir hacia adelante sin temeridad (atropellando) y sin miedo. En la fe, el Señor nos llama a dar pasos firmes en Él abandonando cerrazones y caprichos, yendo más allá.

La catequesis de hoy es una invitación a ir más allá en la fe y dejarnos alcanzar por la gracia de la vida nueva que nos trae el Resucitado.

 

 

Jesús aparece con sus llagas y les muestra un camino de liberación que corre las piedras de la oscuridad, de la muerte, del vacío, del sinsentido, del odio, de la venganza y de la traición (11)