Un combate interior

miércoles, 1 de abril de 2015
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01/04/2015 – Uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a ver a los sumos sacerdotes y les dijo: “¿Cuánto me darán si se lo entrego?”. Y resolvieron darle treinta monedas de plata. Desde ese momento, Judas buscaba una ocasión favorable para entregarlo. El primer día de los Acimos, los discípulos fueron a preguntar a Jesús: “¿Dónde quieres que te preparemos la comida pascual?”.

El respondió: “Vayan a la ciudad, a la casa de tal persona, y díganle: ‘El Maestro dice: Se acerca mi hora, voy a celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos'”. Ellos hicieron como Jesús les había ordenado y prepararon la Pascua.

Al atardecer, estaba a la mesa con los Doce y, mientras comían, Jesús les dijo: “Les aseguro que uno de ustedes me entregará”. Profundamente apenados, ellos empezaron a preguntarle uno por uno: “¿Seré yo, Señor?”. El respondió: “El que acaba de servirse de la misma fuente que yo, ese me va a entregar.

El Hijo del hombre se va, como está escrito de él, pero ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre será entregado: más le valdría no haber nacido!”. Judas, el que lo iba a entregar, le preguntó: “¿Seré yo, Maestro?”. “Tú lo has dicho”, le respondió Jesús.

San Mateo 26,14-25.

La traición de Judas

¿Cómo se llega a la traición? Es la pregunta que nos surge de un texto cargado de dramatismo. Lo Primero es que surge de un deseo desmedido de intereses materiales: el dinero, que lleva al poder y a la vida egoísta, complaciente y sensual. Estos van de la mano,Hay que leer a estos tres ìdolos que van en aumento del ego. El camino que elige Jesús es un camino contrario. Aquí es en donde se ven los dos polos opuestos. En segundo lugar, por la falta de trato con el amigo, que me deja y me mantiene en la ignorancia, y al no conocer bien el valor de significancia del amigo: de lo que es, de lo que vale, de lo que tengo con su trato, de lo que me hace vivir, no le hago aprecio y entonces, sin dificultad, lo vendo o lo abandono.

Cuando surge la traición se desdibuja el aprecio y comienza a haber desprecio. Hoy vemos a Judas vendiendo a Jesús « Entonces, uno de los doce, llamado Judas, se fue a los príncipes de los Sacerdotes y les dijo: « ¿Qué estan dispuestos a darme, si se los entrego?» Ellos se ajustaron con él en treinta siclos de plata ». Esta negociando el trato de amistad. En realidad nunca lo hubo, si lo hubiera habido nunca hubiera sucedido esto. La bajeza de estas 30 monedas de la plata. ¿Hasta donde llego ésta autojustificación de sí mismo, ególatra, de un Judas que no pudo ver más allá de sus narices, que todo lo encierra en sí mismo. Lo que dice el libro del Éxodo en el capítulo 21, versículo 32: « Si el buey cornea, dando muerte, a un siervo, se pagarán 30 siclos de plata al dueño del siervo y el buey morirá apedreado ». Es decir, Judas se convierte por este convenio de venta, en 30 siclos, en el dueño y amo de Jesús y Jesús en su siervo. No le importa que muera , que sea crucificado, por la que recibirá el precio de un siervo muerto, las 30 monedas. La relación de amistad la ha convertido en la relación más baja y humillante para el ser humano: la de dueño y esclavo. Judas, dueño. Jesús, su esclavo.

Es toda una profecía en la que esta envuelto este trato. En una relación de amistad no hay lugar para el poder, la manipulación. La relación de amistad en una relación de paridad que se construye en el trato de igualdad. Aquí lo que expresa Judas es el poder como poder de dominio, de endiosamiento.

El camino de Jesús es el contrario, es el de la absoluta desnudez y entrega, el de la ofrenda de sí mismo. Entre la noche que rodea la última cena y la luz que trae su presencia. En este momento esa misma lucha se esta dando en cada uno de nosotros. El combate interior esta en cada uno de nosotros. Nuestro corazón que busca estar de cara a Jesús y el espíritu del mal nos quiere sacar de ese lugar.

¡Buen día! Bienvenidos a la Catequesis. Hoy te invitamos a compartir: ¿En qué aspectos o situaciones sentís que Jesús te…

Posted by Radio María Argentina on Miércoles, 1 de abril de 2015

 

 

Vanagloria o gloria Divina allí en donde esta la lucha, el combate

Es el deseo de desmesura lo que hace que Judas pierda el eje. Lo mismo nos sucede a nosotros. De alguna manera la actitud rastrera se vincula solo a si mismos describe un aspecto de nuestro corazón que esta clamando desde el fondo por sanidad, transformación.

Ojalá nosotros podamos darnos cuenta a tiempo que este Judas está también en nosotros y no darle el lugar que busca tener y que realmente el protagonismo lo tenga el gesto grande y generosos con el que Jesús nos invita a vivir la Pascual.

El papa siempre habla del peligro de la autorreferencialidad como el lugar donde crece el narcisismo que es un modo de desvinculamiento de todo y de todos para endiosarnos y para decir de nosotros mismo que somos casi como Dios este es el grave pecado que Jesús enfrenta cuando va a la cruz.

Podemos hacer como Judas o como las mujeres que acompañan a a Jesús a la cruz. Solo cuando la fragilidad y la vulnerabilidad se hace manifiesta en nosotros, Dios muestra todo su poder y toda su grandeza.

Su amor siempre vence

Cómo se sale de este lugar se sale por el camino del amor, de esta encerrona que genera la autoreferencial marcada por el dinero la sensualidad y el poder. Es el triple camino por donde el mal quiere ganar la batalla.

Jesús se arremango se puso una toalla en la cintura y lavo los pies de los discípulos “hice esto por ustedes lo hice por amor lo hago pro amor, hagan esto no dejen que les ganen el corazón” Jesús dejo la unica ley, la de al caridad y con esa ley vence rompe la noche con la que el mal ha querido cernirse sobre la comunidad apostólica. Jesús está celebrando una Nueva Alianza, viene a regalarnos gracia. Será la nueva Alianza de la Humanidad con Dios. Su liberación del pecado y de la muerte eterna y empezará el hombre a vivir una nueva vida y será eterna.

Llegada la tarde se puso a la mesa con los discípulos y mientras comían dijo,”Les aseguro que uno de ustedes me entregará” Y todos se entristecieron. La fuerza fuerza de mal es la que está actuando. Jesús rápidamente carga sobre sí con la misión que el Padre le había encomendado. Cuida a los que Él les había confiado y el ambiente se llena nuevamente de caridad, de amor, de calma. Por parte de Jesús no hay ninguna condena, sino el ofrecimiento de su amistad, porque “Él nos amó primero”, como dice San Juan. Y nos ama y nos acoge tal como somos y tal como estamos en cada momento; como nos sentimos: mediocres, débiles, marginados, traidores.

Esto que estamos viendo es una descripción de la batalla en el corazón humano. Jesús nos invita a vencer con él.

Padre Javier Soteras