Ven Espíritu Santo

martes, 21 de mayo de 2013
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De cara a las periferias existenciales, de la mano de Francisco, vamos por más y sin duda la red en el día de Internet ofrece muchas más posibilidades por las cuales estamos trabajando mucho mas allá de hacer radio y lo estamos celebrando mucho a pesar de que nos corten Internet.

 

Si no es por internet o por radio será por señales de humo pero no nos vamos a callar, será como Dios quiere, mientras tanto el fuego del  Espíritu es el que tiene que ganar el corazón de todos los evangelizadores – por estas horas – que se encienda un nuevo fuego, que sea el del Espíritu, que te gane el corazón y te permita gritar desde lo alto que CRISTO ESTA VIVO!!

 

Del cielo descendían unas lenguas como de fuego que por separado fueron sobre cada uno de ellos, quedaron llenos del Espíritu Santo  y comenzaron a hablar en distintas lenguas  según el Espíritu les permitía expresarse.

 

Estamos preparándonos para la celebración de Pentecostés, el Espíritu Santo trae vida nueva.

 

La palabra de hoy en los Hechos de los Apóstoles 2, 4 – un fuego descendía sobre ellos y tomó todo su corazón (nos da a entender la palabra)

 

¿Qué de tu corazón está llamado a ser re encendido? tu entusiasmo, tu alegría, encendido en gozo, encendido en paciencia, encendido en fortaleza, encendido en determinación, encendido por el fuego del Espíritu Santo….

 

¿Qué de la vida tuya necesita ser reencendido en este tiempo?

 

Descendieron sobre ellos lenguas como de fuego, dice la palabra que quemaron su corazón, lo más profundo de sus seres, él los volvió a reunir y a congregar, pudieron ellos mismos experimentar lo que experimentó Moisés en el desierto cuando contempló la zarza que ardía sin consumirse, ellos también empiezan a arder en su interior y lejos de consumirse  sus fuerzas se acrecientan y su deseo de comunicar la buena noticia los pone rápidamente en una situación nueva, diversa al temor y al encierro que había en la comodidad de los doce después de la muerte de Jesús, están encendidos en fuego.

 

El Espíritu congrega a la comunidad de los discípulos junto a María, con Pedro a la cabeza y el que es el primero de los apóstoles por la gracia de la efusión del Espíritu, toma la palabra y comienza a hablar  desde la comunidad de los doce a quienes se reúnen,  porque  se sienten atraídos por la fiesta de la alianza de Pentecostés, porque tienen el deseo de la nueva alianza, la palabra dice que – ha venido gente de lejos, de lugares conocidos en aquel tiempo y a todos los congrega la diversidad de dones en un mismo Espíritu.

 

Pedro los llama a la conversión,  lo toma desde el lugar del cambio, Pedro cobarde, que negó a Jesús, como pecador, ahora lo afirma de una manera particularmente significativa que convierte a mas de 3000 personas con su anuncio en el Espíritu Santo.

 

¿Qué es el Espíritu Santo en la vida cristiana?

 

Es el alma, el alma en Cristo por lo tanto es el alma en la Iglesia, por eso cuando la Iglesia está apocada, frenada, entibiecida, poco convocante, poco salida de sí misma para ir hasta  donde Dios la quiere llevar, es una Iglesia sin vida del Espíritu, sin alma.

 

El Espíritu Santo es el alma de la Iglesia, por eso queremos pedirle al Espíritu Santo que venga con una fuerza  y un poder nuevo sobre toda la comunidad eclesial, sobre todos los bautizados. Que se derrame con fuerza sobre cada uno de nosotros, que nos dejemos tomar por él. Es una necesidad grande de la presencia de esta persona, Francisco lo ha dicho en estos días ¿cuántas veces lo convocas en el día al Espíritu Santo? y ha sido como una interpelación que nos ha hecho a ir una y otra vez a su encuentro y dejarnos alcanzar por él, y dejarnos llevar por él  para que nos ayude a ser discípulos e instrumentos de la conversión de otros, para que  nos transforme y nos cambie a nosotros, porque habitándonos en gracia podamos identificarnos con Jesús, podamos colaborar con él en la tarea grande de la nueva evangelización.

 

El Espíritu Santo viene a valerse de nuestra pobreza, de la fragilidad de nuestro barro para que seamos transparencia de Dios, quiere obrar en nosotros de tal manera que configurándonos a Jesús, nosotros podamos atraer a muchos hermanos a la presencia del Señor por ese olor, por esa fragancia, por esa frescura, por ese fuego, por esa seducción que el Espíritu logra en nosotros y que obra también a través nuestro.

 

Lo quiere hacer en el quehacer cotidiano, en la lectura de los acontecimientos y en la  manera de ubicarnos frente a ellos, en la búsqueda de la madurez personal y en el trabajo de la vida en común, en los deseo profundos que hay en nosotros de plenitud y en la concreción de  esos deseos en el quehacer de todos los días, ordenando nuestra vida, nuestra naturaleza, necesitamos encontrar este ánimo, esta fuerza que nos llena de entusiasmo, de vida nueva que nos trae el Espíritu santo.

 

El Espíritu viene a nosotros, no como un hecho aislado sino con la conciencia  de que él es protagonista principal en el camino  del seguimiento de Jesús y en la misión de evangelizar, la realidad clama por mayor claridad, mayor discernimiento, clama por un mundo nuevo a favor de la vida, pide orden y todo esto es posible si le  dejamos al Espíritu ser el artífice, el protagonista capaz de una nueva creación.

 

Las posibilidades de verdadera transformación y cambio, de modificación en lo personal, en lo comunitario, en lo estructural, viene de la mano de los procesos de cambio de dentro hacia fuera.

Puede ser una experiencia  personal o comunitaria la de la transformación, incluso multitudinaria de efusión del Espíritu, la efusión del Espíritu en Pentecostés fue multitudinaria, había 3000 personas de distintos lugares que se vieron abrazadas por el Espíritu, todas fueron bautizadas en el Espíritu Santo de la predicación y el anuncio de Pedro.

 

En ningún caso el encuentro  dejó de ser personal pero fueron muchos  al mismo tiempo que personalmente vivieron esa experiencia de estar habitados por dentro por el Espíritu Santo.

Por eso cuando pensamos en la transformación de la personas y de la realidad, tenemos que pedir con  mucha confianza y con grandeza de alma, un Espíritu de certeza  de que Dios quiere -como en el primer Pentecostés- que todos cambiemos, que nos transformemos, que vivamos  según el misterio de lo que se celebra en Pentecostés, una nueva alianza, un nuevo pacto de amor con Dios, creador y redentor.

 

Dios quiere recrear  la vida en el Espíritu y para eso nos quiere entusiasmados, es decir,  viviendo en Dios.

 

El modo como ese Espíritu llega a nuestro ser es de formas y maneras distintas, a veces es la escucha de una palabra, a veces es una respiración profunda de paz que nos sintoniza con una gracia de presencia distinta, a veces como  un calor interior, como dice el profeta Isaías, una brasa estaba en mi boca que me purificaba y que le encendía un fuego en el anuncio.

Lo que recibimos es para dar, lo que los dones del Espíritu pone en nosotros es para compartir, el fuego quiere abrazar tu ser hoy, tu más íntima personalidad, tu más profunda realidad, tu más honda  razón de ser, quiere renovar parte de tu ser, te quiere transformar para ser testigo, como aquellos frente a tu actitud comparten la vida con vos para que puedas hablar con poder, para no callar el mensaje, la novedad de vida que trae Jesús.

 

Hacerlo con verdad, con Espíritu, para que llevados solo por él, más que por alguna conciencia refleja de control nuestro, podamos ir  hasta donde Dios nos quiera conducir.

 

Necesitamos una gracia entusiasmante que nos haga estar en Dios y compartir con los hermanos.

 

Que Dios llene nuestra vida con el don del Espíritu en este fin de semana de Pentecostés

 

Que venga el Espíritu Santo, con toda su fuerza, con todo su poder, que venga con sus dones, que llene el corazón de todos y de cada uno de los fieles, de los oyentes de la Radio.

 

Padre, en nombre de Jesús te pedimos una nueva efusión del Espíritu.

 

Ven Espíritu y derrámate  de una manera nueva, derrámate con el fuego de  tu amor, que pone luz, que trae calor, que trae paz, que despierta la alegría, que disipa las sombras.

 

Espíritu de santidad derrámate sanando, Espíritu de intercesión derrámate despertando la gracia de la oración de intercesión, derrámate Espíritu Santo por el amor que tenemos a los hermanos,  Espíritu del amor, Espíritu de claridad y de fortaleza que nos hace fuertes en el combate, Espíritu de consuelo en medio de la lucha, Espíritu Santo derrámate, derrámate abundantemente sobre cada uno de nosotros, derrámate Espíritu de Dios con tu presencia que nos revela la vida de Jesús en el alma y que nos pone en comunión con él. Espíritu de la paz y la serenidad que disipa las sombras y las tormentas, úngenos interiormente con la gracia del compromiso del amor para con los más pobres, con los más débiles con los más olvidados, sé nuestro sostén en él, Espíritu de Dios,  Espíritu de la alianza, Espíritu Santo ven y derrámate con una nueva efusión en nuestras vidas, Espíritu Santo, Espíritu de Dios, Espíritu de amor, Espíritu de Paz, de consuelo y de fortaleza, de entendimiento y de prudencia, de sabiduría, Espíritu Santo ven con una nueva efusión. Amén

 

 

Nos despedimos hasta el lunes, que el Espíritu Santo en Pentecostés venga con toda su fuerza y su poder, que las lenguas de fuego se derramen en los corazones y podamos tener un nuevo modo de comunicarnos en el amor.

 

Feliz Pentecostés para todos!!