“Volver a poner en su lugar a la muerte” – Lic. Marcela Specos

jueves, 1 de febrero de 2018
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Cuidadores de la vida

1/02/2018 – Marcela Specos, directora en educación y voluntaria del Hospice Buen Samaritano, nos dejó la siguiente propuesta: entender la muerte “Como una muy buena etapa que forma parte de la vida”. Ella es licenciada en Ciencias de la Educación con especialidad en educación de adultos, asesora pedagógica en postgrado en cuidados paliativos.

 Buen Samaritano hospice

Comienza diciendo que “El hospice Buen Samaritano además de tener la función asistencial – porque arranca como una casa que recibe a enfermos y a sus familias en el final de su vida y los cuida tanto en la casa como en consultorios externos en dos hospitales públicos tanto en Pilar como en San Miguel – se dedica a enseñar a cuidar. Lo graficó diciendo que “Dentro de nuestra tarea asistencial lo que fuimos viendo a lo largo de estos diez años es que hace falta mucha gente que sepa cuidar bien y humanizadamente, entonces dentro de la misión original del hospice es enseñar a cuidar”.

 Capilla Buen Samaritano

 

Espiritualidad al final de la vida

Cuando uno se anima a hablar sobre la finitud, sobre la muerte, yo lo vivo como una posibilidad de acercarnos a Dios, porque ahí uno se da cuenta que es finito, y cuando uno se da cuenta que es limitado, no queda otra cosa que el asombro al misterio”, expresa Marcela.

Marcela continuó diciendo que cuando uno acompaña gente en el final, uno se hace muchas preguntas y que como no tienen una respuesta desde lo fisiológico, desde lo racional, esto nos da la posibilidad de abrirnos a la fe. “Porque somos seres espirituales todos, tengamos religión o no”.

“Y eso uno lo ve en el final de la vida, hay gente que ha renegado de su religión o que ha tenido una mala experiencia, pero en los últimos días, las últimas semanas de vida, necesitan religarse con lo sagrado, con lo trascendente”.

El poder hablar de frente de la muerte, hace que volvamos a tener ese respeto por lo sagrado de la vida.

Concluyendo, la licenciada Marcela Specos, nos dejó algunas situaciones que se repiten en todas las personas que acompañan a las personas en duelo:

La persona en duelo tiene una historia que contar.

También hay una relación que tiene que contar – La persona que murió para mí era esto -.

Hay una vida que celebrar, y esa vida se celebra recordándola. Entonces tenemos que darle al otro ese espacio para que celebre la vida de quien se fue. Con lo que logró, con lo que hizo, hay un legado que dejó.

Hay un camino que es incierto, y que es distinto para cada persona y hay que descubrir como transitarlo y ahí solo otro ser humano es el que puede ayudar a que esa persona descubra ese camino.

En realidad el duelo es un proceso normal, – indica Marcela Specos – como la muerte, que no es un proceso patológico que necesita de un profesional, pero en la medida en que nos cerramos, eso se vuelve patológico, – es algo que no digo, que no hablo, algo que no puedo expresar -, entonces necesito recurrir a un profesional.

“Esto es un mensaje para todos aquellos que quieran ser voluntarios, lo que recomiendo porque es una de las mejores experiencias que uno puede tener en la vida”, dijo la licenciada.

Acompañar, sabiendo que con solo escuchar ya estoy aportando a que esa persona pueda descubrir ese camino para seguir adelante con una presencia de otra manera.