Francisco criticó el relativismo y definió a Cristo como la Verdad

miércoles, 15 de mayo de 2013
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El Papa Francisco dijo que en nuestros días, "marcados por el relativismo, en los que parece que no hay nada definitivo", es necesario que los hombres se pregunten qué es la verdad. "La Verdad es Cristo", afirmó convencido y añadió que los cristianos deben rezar a diario al Espíritu Santo, "para que nos guíe a conocer a Jesús". El Pontífice también subrayó que los cristianos no son tales a tiempo determinado, "según las circunstancias", sino que el cristiano lo es "a tiempo completo, en todos los momentos de su vida".

Francisco hizo estas manifestaciones ante unas 100.000 personas que asistieron en la plaza de San Pedro del Vaticano a la audiencia pública de los miércoles, cuya catequesis dedicó al Espíritu Santo, teniendo en cuenta que el próximo domingo la Iglesia Católica celebra Pentecostés.

El Papa subrayó que el Espíritu Santo guía a la Iglesia y a los fieles hacia la verdad plena. "Vivimos una época de escepticismo respecto a la verdad. El papa Benedicto XVI se refirió en numerosas ocasiones al relativismo, la tendencia a creer que nada es definitivo y que la verdad viene dada por el consenso y por lo que creemos y por ello en esta época marca por el relativismo es necesario preguntarnos como Pilato: ¿Que es la Verdad?", afirmó.

El Obispo de Roma añadió que la verdad, con mayúscula, no es una idea que nosotros nos hacemos o que consensuamos, sino una persona con la que nos encontramos. Cristo es la verdad, que se ha hecho carne y el Espíritu Santo hace posible que le reconozcamos y lo confesemos como Señor". El Espíritu Santo -prosiguió- "nos recuerda las palabras de Jesús y las imprime en nuestros corazones.

"Invoquemos al Espíritu Santo todos los días, para que nos guíe a conocer a Jesús. Hagamos la propuesta de invocarlo todos los días. “¿Lo van a hacer?", preguntó el papa a los fieles. En su línea, añadió: "No los escucho", ¿lo van a hacer?", a lo que los fieles presentes gritaron "sí" y comenzaron a aplaudir. Antes de esa petición, siempre hablando del Espíritu Santo preguntó a los fieles cuántos de ellos le rezaban todos los días. Bromeando, dijo, "seguramente serán pocos, pocos".

"El Espíritu Santo -añadió- es la ley inscrita en nuestro interior, donde tomamos las decisiones. El Espíritu Santo, además, nos lleva a la inteligencia de la Verdad completa. É