8º Encuentro: Metodología en la catequesis

miércoles, 11 de mayo de 2016
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enseñar

11/05/2016 – En el último encuentro del Curso Radial para catequistas agradecemos al ISCA (Instituto Superior de Catequesis Argentino) y a todos los que lo hicieron posible. El equipo integrado por Laura de Lima ( discípula del gran catequeta Franz de Vos, padre de la Catequesis renovada en la Argentina),  el P. Ricardo Montiel y Christian Curia, el P. Alejandro Puiggari (director del Isca), Mariana Nuzzi y Hna Andrea de Vega, se preguntaron por la metodología del evangelio y por ende la metodología en la catequesis.

 

Metodología de Jesús en los Evangelios:   Tiene en cuenta la vida;  Proclama una Buena Noticia: la del Reino; Suscita una respuesta.

Jesús evangeliza de esa manera, porque tiene un objetivo claro: QUE TODOS LOS HOMBRES SE SALVEN Y ENCUENTREN EL CAMINO HACIA EL REINO DE DIOS.

Método y contenido de la catequesis

Entonces, según el objetivo que nos proponemos de la Evangelización y de la Catequesis, será la forma de nuestra catequesis.
En los documentos de la Iglesia, la catequesis no es para recibir un sacramento, sino para encontrarle sentido a la vida. Y los sacramentos van acompañando el itinerario de la vida del creyente. Porque sabemos que ellos, no son fines en sí mismos, sino que son “signos” medios, sensibles y eficaces de la Gracia de Dios.

El fin de la catequesis, es que el ser humano desde Cristo y desde una comunidad, encuentre el sentido a su vida y pueda compartirla.
Esta es la metodología que utiliza Dios, en su Revelación, su pedagogía. Es la pedagogía que nos ha trasmitido el P Frans, pero también Hna. Beatriz Cassiello, el equipo del Instituto Pastoral de la Adolescencia, y muchos otros… Porque es la pedagogía del Evangelio, no es propiedad de ninguno de ellos, cada uno la enriquece con su enfoque pero todos son fieles al evangelio, No hace falta conocer a ninguno de ellos para conocerla hay que leer el evangelio y tomar conciencia de lo que Dios ha hecho con cada uno de nosotros.

Cuestionamiento

El cuestionamiento es DESCUBIERTO por el catequista. En el aprendizaje de la metodología, muchas veces preparamos un encuentro catequístico para un grupo inventado, por eso nos acostumbramos a definir el cuestionamiento imaginando un grupo de catequizandos basándonos en nuestra experiencia de catequistas. Esto puede crear el vicio de imponer el cuestionamiento, a veces basándose en prejuicios sobre los jóvenes, los papás o los niños y sin “escuchar” a “estos jóvenes, padres o niños” reales y concretos a los que tengo que ayudar a crecer en la fe.

Solemos empezar el año con dinámicas grupales y actividades diagnósticas, estas son esenciales para esta escucha, el catequista aprovecha este momento privilegiado para comenzar a conocer al grupo y a las personas que forman el grupo. Aquí vuelve el eco de aquella incompatibilidad del saber y el vivir. No sirve sólo saber que saben y que no, la evaluación diagnóstica -y toda evaluación- tendría que abarcar todas las dimensiones de la fe: Lo que viven, creen, celebran y esperan.

Toda esta batería de actividades tendría que ayudarnos a descubrir los interrogantes vitales que hay detrás de sus creencias y actitudes: ¿Porqué obedecer?, ¿Cómo estar seguro de lo que tengo que hacer para ser feliz?, ¿Seré capaz de enfrentar los problemas de la vida? ¿Encontraré el amor verdadero?, ¿Puedo construir mi futuro?…. El catequista tendrá que descubrir, en lo posible también confrontando con los otros docentes, ¿qué hay detrás de la apatía de 3º, de la rebeldía de 2º, de la indiferencia de tal o cual alumno?. Escuchar, discernir, rezar, amar, para descubrir los pasos que “estos” catequizandos reales y concretos tienen que dar para crecer en su fe.

Aquí llegamos a un punto fundamental: “el método se define por el objetivo” nos enseña el P. Frans. Entonces al tomar decisiones pedagógicas con respecto al proceso que podemos proponer a estos alumnos en su catequesis, es definitivo lo que cada catequista entiende que se debe lograr, ¿Qué es madurar en la fe? ¿Crecer en la fe?, parecería que todos estamos de acuerdo en lo que es la fe, pero si sólo formamos en lo espiritual, si solo formamos el compromiso social, o sólo nos interesa que sepan, ¿De qué fe estamos hablando?. Cuando los catequistas estaban convencidos de que la salvación llegaba por conocer y aceptar sin dudas las verdades de fe, la catequesis eran una serie de preguntas que compendiaban dichas verdades y el método era saberlas aunque no las entendieran e incluso la moral eran normas que debían conocerse y obedecerse y no implicaban una respuesta libre al amor de Dios. Si era necesario, padres, maestros y catequistas sometían a golpes, amenazas o vergüenzas a los chicos para asegurarse que sabían. Porque su concepción del hombre, del plan de Salvación (la Salvación como recompensa a la virtud o el mérito obtenido), del destino del hombre les permitía concebir esta pedagogía para lograr el objetivo.

Es de gran importancia que en la formación que están recibiendo, puedan relacionar las verdades teológicas que profundizan con la metodología de la catequesis. Método y contenido están íntimamente unidos.

¿Qué implicancias metodológicas tiene el principio de Encarnación? ¿El hecho de que Dios se haya revelado en signos y palabras? ¿Qué consecuencias tiene para lo que hago en catequesis que la Salvación sea llegar a Compartir la Vida Trinitaria? Habrá que capacitar (Concepto, procedimiento, actitud) para comunicarse con Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Una vez hecho el discernimiento sobre el camino que puede proponerse para el crecimiento en la fe de este grupo, este debe plasmarse en una planificación, que en primer lugar debe servir al catequista para conducir el proceso, es una herramienta, algo que el catequista continuamente usa, no se archiva, ni queda en casa en algún oscuro rincón hasta que el año próximo tenga que hacerlas de nuevo. El catequista vuelve sobre ellas, de acuerdo al proceso real cambia el orden de los temas, las actividades, agrega o saca cosas, y todo esto lo anota en la planificación, las observaciones que ha hecho y que le ayudan a ajustarla a la realidad. La planificación le ayuda a mantener la relación de cada paso con las expectativas de logro, con los contenidos anteriores y posteriores, es decir a hacer de la enseñanza un verdadero proceso.

Aunque muchos libros de catequesis comienzan el encuentro catequístico con una Motivación, no todos están hablando de lo mismo al usar la misma palabra. La motivación puede ser sólo motivar, plantear el tema, llamar la atención sobre la importancia de planteárselo; esto NO ES EL CUESTIONAMIENTO, cuando la vida de los catequizandos se usa como motivación, se nota porque inmediatamente después de planteada, se abandona para hablar de lo verdaderamente importante, que es la doctrina, esto lleva a que no se valore el esfuerzo de los catequizandos por expresar lo que viven, a veces una dinámica profunda hace surgir cosas que después no encuentran luz en el paso siguiente, esto desanima al grupo y por supuesto que agranda la brecha entre la fe y la vida.

La vida que los catequizandos expresan debe ser retomada por la Palabra de Dios para darle todo su sentido, para corregirla, animarla, descubrirle su potencial redentor, toda la luz, el amor y la gracia que puede haber en ella. No todo en la vida es malo por lo tanto la función de la catequesis y de la educación en general NO ES SOLO CORREGIR. Dios está presente en las situaciones humanas y hay que ayudarlos a descubrirlo. Por otro lado algunos llaman motivación a un verdadero cuestionamiento.

Otro aspecto importante, más allá del punto de partida, que se utilice, es que el cuestionamiento llegue a personalizarse, esto quiere decir que cada catequizando llegue a preguntarse por su vida, ya que esto es lo que puede cambiar, aún cuando se trate de la realidad que está viviendo el país, el cuestionamiento llegará a la pregunta sobre ¿Qué me pide Dios a mí en esta situación histórica? O ¿Dónde encuentro a Dios en estos acontecimientos?, no lo que deben hacer los políticos, ni siquiera los argentinos en general, la pregunta de fe ha de ser sobre la vida de cada catequizando.

PROCLAMACIÓN

La formación bíblica que han recibido tiene que ayudarlos a percibir correctamente el mensaje de cada texto, lo que dice objetivamente, para ello deben poder situarlo en el contexto de la Escritura y de la situación histórica, interpretarlo a la luz del resto de la Revelación.

Muchas veces caemos en fundamentalismos: tomamos un versículo para afirmar lo que queremos, separado del resto de texto y sin conexión con la verdad revelada por Dios y anunciada por la Iglesia.

Es muy importante que tengan una actitud de libertad y fidelidad: al mismo tiempo que son capaces de pensar por Ustedes mismos y buscar la verdad, tienen que querer confrontar su fe con la fe de la Iglesia. De este modo la harán crecer con sus búsquedas y, conscientes de la presencia de Cristo y su Espíritu en la Iglesia, se dejarán iluminar, buscando afianzar, siempre, la comunión.

Muchos de los errores al pensar un encuentro son consecuencia de errores en las verdades de fe, por ejemplo es común caer en un moralismo en la lectura de la Biblia, es decir reducir el mensaje de la Palabra de Dios a su aspecto moral: lo que debemos hacer. El error no es presentar las exigencias morales del evangelio, sino reducir la Buena Noticia del Evangelio a lo que debemos hacer, a la moral.

Para que se entienda suelo recordar el ejemplo de la parábola del Buen Samaritano (Lc 10, 29-37), generalmente se dice que el mensaje es “hay que amar al prójimo” y esto es verdad, pero Jesús presenta esta parábola para explicitar la respuesta a la pregunta del doctor de la ley: “¿Qué tengo que hacer para heredar la Vida eterna?” (Lc 10, 25-28).

El mensaje completo es: Hay que amar al prójimo para heredar la vida eterna; la moral es camino, es el camino de vida del que hablan los Salmos refiriéndose a los preceptos del Señor. La salvación, la misericordia de Dios le da sentido a nuestros actos buenos.

No es simplemente que debemos amar, no mentir, no robar, amar a Dios sobre todas las cosas. Todo eso debemos hacerlo, sin duda, pero la razón para hacerlo es que esto nos permite empezar a compartir la vida de Amor que vive la Sma.. Trinidad, nos permite hacer experiencia de que el Reino de paz y de amor ya está entre nosotros.

Dios se revela para darse a conocer, lo que nosotros debemos hacer es parte de esa revelación, no toda, ¿Qué hace Dios para salvarnos?, ¿Quién es Dios?, ¿Quién es el hombre?, ¿Qué es la Salvación?, ¿Qué lugar ocupan la GRACIA y la libertad del hombre en la economía de Salvación?. Esto es lo esencial del mensaje.

Definir el mensaje del texto que vamos a utilizar, recurriendo a las notas de la Biblia, a nuestros conocimientos para establecer lo que dice objetivamente, sin reflexionar y aplicar a la vida es el primer paso para evitar hacerle decir al texto lo que no dice, a menudo aunque el texto hable del mismo tema que tratamos en el encuentro (familia, servicio…) no dice lo que nosotros queremos decir, porque el mensaje ha de ser adecuado al cuestionamiento, por lo tanto cualquier texto sobre la familia no sirve para este encuentro sobre la familia. Del mismo modo seguramente hay textos que iluminan adecuadamente el cuestionamiento aunque no hablen explícitamente de la familia.

Un modo de revisar el encuentro después que se ha avanzado bastante en la elaboración es justamente revisar la coherencia entre cuestionamiento y proclamación, normalmente en el transcurso de la elaboración, sobre todo si son varios los que trabajan, puede pasar que la reflexión, aunque riquísima, y tal vez por eso mismo, hace que perdamos la idea que inició la reflexión.

Respuesta

Los catequizandos expresan su fe. Tienen que poder expresar con libertad lo que experimentaron, lo que creen, lo que esperan, de que modo vivirán la caridad, aunque no sea lo que nosotros queremos o esperamos.

Definir la propuesta que haremos para que puedan expresarse (una oración, o una celebración entera, si están capacitados). A menudo se utiliza el mismo recurso que en el cuestionamiento justamente para dejar claro que la vida se vuelve a plantear, cambia, a partir de la Palabra de Dios.

ELEMENTOS PARA TENER EN CUENTA EN LA ELABORACIÓN DE UN ENCUENTRO CATEQUÍSTICO

Título: expresa la intención catequística, no sólo el enunciado doctrinal.

Objetivo: Verbo (acción que desarrolla y logra el catequizando) y contenido (Verdad de fe que da sentido e ilumina la vida para poder vivir la actitud propuesta).

Ej.: Distinguir en la Historia de Salvación la acción de Dios y la respuesta del Hombre.

Cuestionamiento: En el cuestionamiento tienen que llegar a expresar su vida y a cuestionarla desde la fe.

a) Definir el aspecto de la vida de los catequizandos que es necesario que se replanteen y expresen. (La vida familiar, el trabajo, la vocación, etc.)

b) Seleccionar el recurso que se utilizará para que ellos expresen este aspecto de la vida. (Fotopalabra, hecho de vida, película, preguntas, etc.) Es importante que se llegue a personalizar, sobre todo si partimos de un hecho de vida que le ocurrió a otro y en lo posible, tratar de expresar qué vivo en realidad , NO qué pienso sobre esto nada mas. Personalizar el cuestionamiento, no quedarse en lo que hacen los otros.

c) Definir la pregunta de fe que será el nexo entre la VIDA y el ANUNCIO de la proclamación (ej.: ¿Qué me pide Dios frente a la injusticia)

Proclamación: Es el momento más importante del encuentro. Es el momento del ENCUENTRO entre el grupo que escucha la Palabra ( incluido el catequista) y Dios que les habla hoy y aquí.

a) Lo primero es elegir el mensaje que realmente ilumina la vida que ellos expresaron.
PRESTAR MÁS ATENCIÓN AL MENSAJE QUE ELLOS NECESITAN ESCUCHAR PARA CRECER que en lo que yo les quiero transmitir para que se corrijan. No es una receta sino un criterio que cada uno tendrá que aplicar a su vida. (ej. LA FE SIN OBRAS ES MUERTA)

b) Buscar la cita

c) Definir el modo el que se proclamará y los recursos para:

APROPIAR: Hacer suyo, entender, conocer el texto, saber ¿Qué dice? objetivamente.
APLICAR: Relacionar el mensaje con MI vida. Reflexionar lo subjetivo. ¿Qué me dice?
APRENDER: Profundizar, aclarar, memorizar, fijar.

Respuesta: Los catequizandos expresan su fe. Tienen que poder expresar con libertad lo que experimentaron, lo que creen, lo que esperan, de que modo vivirán la caridad, aunque no sea lo que nosotros queremos o esperamos.

a) Definir la propuesta que haremos para que puedan expresarse (una oración, o una celebración entera, si están capacitados. Puede utilizarse el mismo recurso que en el cuestionamiento justamente para dejar claro que la vida se vuelve a plantear, cambia, a partir de la Palabra de Dios.