Caín y Abel: paradigma de la historia y drama de la humanidad

martes, 6 de abril de 2021
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06/04/2021 – Hoy comenzamos un nuevo ciclo junto a Fray Miguel Ángel López : “La fraternidad en el Libro del Génesis” iluminando, desde la Palabra de Dios, la Encíclica ‘Fratelli tutti‘, del Papa Francisco.

Comenzamos con el relato de Caín y Abel, los primeros hermanos de la historia humana:

1 El hombre se unió a Eva, su mujer, y ella concibió y dio a luz a Caín. Entonces dijo: «He procreado un varón, con la ayuda del Señor».2 Más tarde dio a luz a Abel, el hermano de Caín, Abel fue pastor de ovejas y Caín agricultor.3 Al cabo de un tiempo, Caín presentó como ofrenda al Señor algunos frutos del suelo,4 mientras que Abel le ofreció las primicias y lo mejor de su rebaño. El Señor miró con agrado a Abel y su ofrenda,5 pero no miró a Caín ni su ofrenda. Caín se mostró muy resentido y agachó la cabeza.6 El Señor le dijo: «¿Por qué estás resentido y tienes la cabeza baja?7 Si obras bien podrás mantenerla erguida; si obras mal, el pecado está agazapado a la puerta y te acecha, pero tú debes dominarlo».8 Caín dijo a su hermano Abel: «Vamos afuera». Y cuando estuvieron en el campo, se abalanzó sobre su hermano y lo mató.9 Entonces el Señor preguntó a Caín: «¿Dónde está tu hermano Abel?». «No lo sé», respondió Caín. «¿Acaso yo soy el guardián de mi hermano?».(Gen 4)

“Este relato gira en torno a uno de los problemas radicales de la humanidad: Todos los hombres somos hermanos, por lo tanto, todo homicidio es fratricidio”.

“Nos surge una pregunta: ¿De dónde brota la violencia? ¿Por qué parece cierto el dicho popular de que ‘el hombre es el lobo para el hombre‘? Justamente esta pregunta es la que la narración bíblica trata de responder”.

“En esta narración de los orígenes de la humanidad se nos presenta, más que una historia personal, un prototipo, un paradigma de la historia y del drama de la humanidad”.

“La narración bíblica es muy breve y presenta la historia de dos hermanos través de imágenes, como un símbolo, para que el lector pueda hacerse preguntas radicales y profundas y tratar de responderlas.  Se nos indica un espacio temporal, pero fuera de lo temporal. Es al inicio, pero no indica tanto un inicio cronológico sino, más bien, en lo profundo, en la raíz misma de la humanidad y de la experiencia humana.”

Te invitamos a escuchar completo el primer programa del ciclo junto a Fray Migue Ángel en el audio al inicio de esta nota