“Cansado de llorar”

lunes, 1 de octubre de 2018
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01/10/2018 – Esta sencilla historia nos recuerda que la verdadera felicidad está en abrirnos a los demás:

“Ésta es la historia de un hombre que estaba harto de llorar.

    Miró a su alrededor y vio que la felicidad la tenía delante de sí.

Estiró la mano y la quería tomar.

    La felicidad era una flor. La tomó y aún no la tenía en la mano cuando ya se deshojó.

    La felicidad era un rayo de sol. Levantó los ojos para calentarse la cara y, de repente, una nube la apagó.

    La felicidad era una guitarra. La acarició con los dedos. Las cuerdas empezaron a chirriar.

    Cuando al atardecer llegaba a casa, el buen hombre continuaba llorando.

    Al día siguiente, continuó buscando la felicidad.

    Al borde del camino había un niño que lloriqueaba.

Para tranquilizarlo tomó una flor y se la dio. La fragancia de la flor perfumó a ambos.

    Una pobre mujer temblaba de frío cubierta con sus trapos. Él la acompañó hasta el sol y también él se calentó.

    Un grupo de niños cantaba. Él los acompañó con su guitarra. También él se deleitó con aquella melodía.

    De regreso a casa, de noche, el buen hombre sonreía de verdad.”

    Micaló P. Plantes.