¿Cómo acompañar a nuestros jóvenes?

jueves, 8 de julio de 2021
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08/07/2021 – En un nuevo programa de “Enseñanzas desde el Magisterio de la Iglesia” recorrimos los últimos puntos del séptimo capítulo de la Exhortación Apostólica «Cristo Vive» del Papa Francisco dedicada a los jóvenes.

“Los jóvenes necesitan ser respetados en su libertad, pero también necesitan ser acompañados. La familia debería ser el primer espacio de acompañamiento. La pastoral juvenil propone un proyecto de vida desde Cristo: la construcción de una casa, de un hogar edificado sobre roca (cf. Mt 7,24-25). Ese hogar, ese proyecto, para la mayoría de ellos se concretará en el matrimonio y en la caridad conyugal. Por ello es necesario que la pastoral juvenil y la pastoral familiar tengan una continuidad natural, trabajando de manera coordinada e integrada para poder acompañar adecuadamente el proceso vocacional.” (CV 242)

En este sentido el padre Javier expresó que si hay una pastoral familiar, es connatural al proceso de la pastoral matrimonial y familiar que es donde el Papa Francisco insiste al a hora de construir un proyecto de vida con consistencia, con el buen testimonio y con proyectos de vida que, en la mayoría de los casos, serán conyugales en relación a familia y matrimonio que vayan haciendo su propio trayecto.

 “De alguna manera, todas las pastorales deberían estar concentradas alrededor de la pastoral familiar. La familia, como primera iglesia doméstica, si la tomamos en serio, es el lugar donde toda vocación a la ministerialidad, debería crecer con la fuerza que Dios quiere que ocurra en la Iglesia comunidad grande”.

El punto 244 del Documento dice Francisco: “En el Sínodo muchos han hecho notar la carencia de personas expertas y dedicadas al acompañamiento. Creer en el valor teológico y pastoral de la escucha implica una reflexión para renovar las formas con las que se ejerce habitualmente el ministerio presbiteral y revisar sus prioridades. Además, el Sínodo reconoce la necesidad de preparar consagrados y laicos, hombres y mujeres, que estén cualificados para el acompañamiento de los jóvenes. El carisma de la escucha que el Espíritu Santo suscita en las comunidades también podría recibir una forma de reconocimiento institucional para el servicio eclesial.

 “Cuando hablamos de la pastoral de la escucha, estamos hablando de una escucha activa”, expresó el padre Javier. “Es muy sano que los jóvenes encuentren un lugar de sanidad en el vínculo pastoral. Es una escucha activa en discernimiento espiritual”.

El padre Javier Soteras, director de Radio María, nos acompaña cada semana en este espacio

Siguiendo con la lectura de la Exhortación Apostólica el punto 245 expresa que “hay que acompañar a los jóvenes que se perfilan como líderes, para que puedan formarse y capacitarse con programas de liderazgo juvenil para la formación y continuo desarrollo de jóvenes líderes. También creemos que los seminaristas, los religiosos y las religiosas deberían tener una mayor capacidad para acompañar a los jóvenes líderes”

En relación a lo anterior, el padre Javier dijo que hay que hacer un plan de formación de acuerdo a las necesidades y las que determina el contexto donde se desarrolla la tarea también:

Tiene que ser un liderazgo de servicio, un liderazgo compartido por lo que supone el trabajo en equipo, un liderazgo habitado por el discernimiento de espíritu que permita el paso de Dios de lo que no es de Dios. Es importante también la gracia de poder coordinar y animar en el liderazgo de animación pastoral y un liderazgo centrado en el estilo de vida de Jesús”, agregó.

En este documento, el Papa Francisco nos acerca las características que los jóvenes esperan en un acompañante juvenil: “Que sea un auténtico cristiano comprometido con la Iglesia y con el mundo; que busque constantemente la santidad; que comprenda sin juzgar; que sepa escuchar activamente las necesidades de los jóvenes y pueda responderles con gentileza; que sea muy bondadoso, y consciente de sí mismo; que reconozca sus límites y que conozca la alegría y el sufrimiento que todo camino espiritual conlleva. Una característica especialmente importante en un mentor, es el reconocimiento de su propia humanidad. Que son seres humanos que cometen errores: personas imperfectas, que se reconocen pecadores perdonados“. (CV 246)

Respecto a este punto el padre Javer señaló: “Un mentor que acompañe el proceso de la configuración de un joven líder que tiene esas características definidas por el Papa Francisco y  transmite un estilo de liderazgo sobre los jóvenes llamados a ese servicio”.

Te invitamos a escuchar el programa completo al inicio de la nota.