¿Cómo procedió Jesús ante la tentación del rencor?

miércoles, 19 de octubre de 2022
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17/10/22- ¿Tuvo Jesús motivo para guardar rencor? Junto al Padre Mateo Bautista, sacerdote camilo, profundizamos sobre las heridas que deja el rencor en nuestro corazón y el camino para poder sanarlas; tomando como modelo al Señor Jesús.

 “El rencor está dentro de nosotros, se origina dentro de nosotros mismos como una reacción. Lo que llamamos trabajo de duelo es una reacción a una reacción. Yo estoy desestabilizado por el sufrimiento, la pregunta es ¿qué hago yo conmigo mismo?; ¿cómo reacciono yo con mi reacción de rencor? Eso es el trabajo de duelo.

¿Cuál fue la actitud de Jesús con Judas, con Pedro, con el soldado que lo golpeó, con los discípulos que lo abandonaron, con los verdugos…?

Las apariciones de Jesús después de su Resurrección fueron un acto de reconciliación. ¿Qué sentiría Judas por Jesús? Un profundo resentimiento que tiene que ver con ser profundamente defraudado. Una de las causas del resentimiento y del odio es porque las personas nos defraudan. Judas era un mesiánico, era un nacionalista, quería expulsar a los romanos, era un sicario; por eso estaba profundamente decepcionado de Jesús. Cuando Jesús anunciaba la paz, la concordia, el perdón a todos, se sintió decepcionado y eso le comió los hígados por dentro.”

El rencor nos desestabiliza, nos saca de nuestra órbita, nos quita la paz, nos quita el sosiego.

Una de las expresiones del rencor, es aquella que se aplica al sufrimiento: “no puedo”. Por eso sanar las heridas internas es fundamental.

El Señor Jesús nos enseña que la liberación viene de la mano del perdón. Pero primero tengo que sacarme la bronca, tengo que aceptar que estoy herido, porque es un recorrido. Estamos invitados de ponernos en el lugar de la otra persona, esto no es fácil, pero debemos actuar con misericordia. Recordemos que la patente de la fe cristiana por excelencia es el perdón a los enemigos. Jesús confronta pedagógicamente con quien le está haciendo daño. Dialogar con quien nos ha ofendido es un principio de sanación. También debemos escuchar a quien nos ofende. Por ello necesitamos ser valientes.”

¿Podemos liberarnos el rencor solos? La respuesta es no, es imposible. Todos somos sanadores heridos. Necesitamos la ayuda de Dios y de los hermanos.

No te pierdas de escuchar la entrevista completa en la barra de audio debajo del título.