¿Cómo se reza la liturgia de las horas? – P. Mario Sánchez

viernes, 23 de noviembre de 2018
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23/11/2018 – “La liturgia de las horas es para todos, no es algo privativo para monjas, curas o monasterios”, comenzó diciendo el Padre Mario Sánchez, párroco de la parroquia Nuestra Señora de Luján y San Fermín de Córdoba. Actualmente está cumpliendo la función de perito en el Secretariado Nacional de Liturgia (SENALI), de la Conferencia Episcopal Argentina. “La Liturgia de las Horas, por su naturaleza, está destinada a la celebración en determinadas horas del día, tiene un profundo sentido de consagración de las horas a Dios”, completó.

Expresó también, que “La estructura de la liturgia de las horas, está basada en un fuerte cuerpo sálmico”. “El salmo se constituye en uno de los primeros textos litúrgicos del pueblo de Israel”.

¿Cómo se reza la liturgia de las horas?

“Más allá del saludo inicial, después de un himno, encontramos la salmodia. Pero por ejemplo, si es la primera oración de la mañana digo: <Señor abre mis labios> y la respuesta es: <Y mi boca proclamará tu alabanza>”, explicó el Padre Mario.

Parte introdroductoria:

  • Si es por la mañana: “Señor, abre mis labios
  • Cualquiera de las otras horas: “Dios mío, ven en mi auxilio”.

El cuerpo principal: 

La salmodia: En esta estructura el salmo va a tener una antífona, un adelanto de lo que el salmo me dice como mensaje.

  • Tiene 3 salmos, cada uno con su antífona, esto se hace a coro. Siempre al final de cada salmo se incluye un gloria.
  • Para tener en cuenta:
    • se lee de un modo poético.
    • es una parte para escuchar la Palabra de Dios y pequeñas frases que nos van ayudando a decantar.

Lectura breve: Son pequeños versículos de las Cartas paulinas, apostólicas, que nos ayudan a introducirnos desde el Antiguo Testamento al Nuevo Testamento.

El responsorio breve: Son tres pequeñas aclamaciones, para seguir profundizando lo que estamos rezando, nos introduce en el tema de la alabanza.

Cántico evangélico: Benedictus o Magníficat, que vienen a ser como el Evangelio. Se rezan de pie con una antífona, al final el gloria y nuevamente la antífona.

Preces: Comprenden las intercesiones que se expresan durante las vísperas, las invocaciones hechas en laudes para consagrar la jornada a Dios. Las preces se concluyen con el Padrenuestro y la Oración final. El Padrenuestro representa el culmen de toda la estructura de laudes y vísperas.

Finalmente, reforzó cuáles son las distintas oraciones que conforman la liturgia de las horas, diciendo que: “Los Laudes, son la oración de la mañana. Muchos de los textos de esta celebración se refieren a la mañana, a la aurora, a la luz, al nacer del sol, al inicio de la jornada. Mientras que las Vísperas, son la oración de la tarde, después del trabajo cotidiano, cuando el día termina. Por otra parte dijo que “El Oficio de lecturas, esta celebración, así como se la propone hoy en la liturgia romana, es un espacio de tiempo dedicado a la escucha reflexiva y contemplativa de la palabra de Dios”.

En cuanto a las llamadas horas menores o intermedias están “Las horas Tercia, Sexta. Nona u/ Hora media. Fuera del coro se puede elegir una de estas tres Horas (Hora media) que más se adapte al momento de la jornada, de modo que se conserve la tradición de orar en el curso del trabajo. Los Padres de la Iglesia pusieron estas Horas en relación con algunos acontecimientos de la historia de la redención en la persona de Cristo”.

“Y las Completas, que es la oración que se recita antes del descanso nocturno”, concluyó el Padre Mario Sánchez.