¿Por qué nos parecemos a nuestra abuela materna?

lunes, 24 de abril de 2017
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24/04/2017 –  Si alguna vez  reconociste cierta similitud con tu abuela materna y te preguntaste la razón de ello, la explicación ha sido revelada por la ciencia: existe una herencia genética por la cual muchas de las experiencias, gustos, habilidades y actitudes de las abuelas maternas, despiertan y se hacen presentes en los nietos aún cuando no hayan estado visibles en las madres. Esto se debe a  las marcas epigenéticas que tiene el ADN.

Para explicarnos este estudio científico, dialogamos con la Doctora en Biología Molecular y Directora del Laboratorio GENDA, Viviana Bernáth, quien abordó el término epigenética. En primer lugar, se debe tener en cuenta que somos el resultado de la genética sumado al medio ambiente, donde este último es todo aquello que nos pasa incluso antes de nuestro nacimiento. La doctora precisó que hace años se conocía que lo expuesto impactaba en la expresión de los genes. “Cuando hablamos de expresión, es que algunas personas, por ejemplo sean más obesas, y otros menos , otros tengan mayor riesgo cardiovascular y otros menos” manifestó Viviana.

Pero.. ¿que es la epigenética? hasta el momento se establecía que el ADN era una secuencia de otras moléculas llamadas nucleósidos,  y que dicho ADN era exactamente igual en todas las células pero algunas de ellas secretan, es decir, (ciertas células fabrican algunas proteínas y otras otra). Lo que se contempló, según la especialista, es que la justificación de que  algunas de las diferenciaciones en que algunos tipos celulares, a pesar de tener la misma información genética que otras, fabriquen algunas proteínas y (otras otra), se debe a las moléculas que se pegan en el ADN o alrededor de unas  histonas (proteínas sobre las que se enrolla el ADN) . “Esto quiere decir que no se modifica esa secuencia concreta de ADN, lo que se modifica son otros factores que hacen que en algunos momentos algunas proteínas se puedan fabricar mas y otras menos”expresó la doctora y agregó : “esto pasa en las personas, hay marcas epigenéticas que no están directamente involucradas con la secuencia de ADN sino en otras regiones que, cuando las regiones están compactadas, esas proteínas no se pueden fabricar y cuando esas regiones  están libres si se pueden fabricar”.  Por lo tanto, lo que hace que se compacte o se genere, son las marcas epigenéticas que pueden modificarse a través de los años o por impacto emocional.

Para esclarecer un poco más sobre el tema, la bióloga se refirió a un caso de hambruna, en Holanda, a fines de la segunda guerra mundial. En ese momento, se observó que todos los chicos que nacían tenían problemas de desarrollo pero, no solo esos niños sino también los nietos de esas mujeres: “había unas marcas epigenéticas que recibieron esos chicos que se gestaron durante la hambruna, pero los hijos de esos hijos también tuvieron bajo peso”. Sin embargo, los hermanos de esas mismas mujeres que estuvieron embarazadas durante la hambruna pero nacieron tres o cuatro años después, no tuvieron problemas de desarrollo.

¿A qué se debe esa diferencia? Viviana advirtió que la explicación se encuentra en esas marcas epigenéticas que no permitieron fabricar determinadas proteínas relacionadas con el desarrollo. Esas marcas en esos bebés que nacieron con bajo peso también se transmitieron en generaciones siguientes.