¿Cuál es el valor de la vida contemplativa? según Hna. Clara Inés y Hna. Florencia

jueves, 14 de marzo de 2019
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11/03/2019 – “La vida contemplativa es esa memoria perenne del Dios que está, que hace, porque es Dios, y eso es lo que da sentido a toda nuestra vida, la oración, la adoración, la intercesión, la súplica”, comenzó diciendo la hermana Clara Inés Goitea, de la Orden de las Hermanas Pobres de Santa Clara, del Monasterio Santa Clara de Puán, Buenos Aires.

Por su parte, la hermana Florencia Bruno, se refirió al poder de la oración, diciendo que “Yo creo que el Señor escucha la oración” y agregó “creo firmemente en el poder de la oración”. “El Señor hace”. “El Señor está y cuando está, cuánto bien hace, el Señor no hace ruido, está en la brisa suave”, completó la religiosa.

¿Dónde encontrar al Señor?

Al respecto, la hermana Clara Inés, dijo que al igual que los discípulos, nosotros estamos llamados a encontrar a Dios en la orilla y recordó la Palabra de Dios, donde los discípulos tiran la red pero no pescan nada “Jesús estaba en la orilla, pero ellos no sabían que estaba”, indicó. Y completó diciendo que “Él está en la orilla esperándonos”.

En este sentido, la hermana Clara Inés señaló que “El ser humano tiene una sed de infinito dentro, un hambre de Dios y entonces intenta saciar ese hambre con tantas cosas que no le satisfacen”. “Porque ha sacado a Dios y se inventó un Dios a su medida que no le da nada, no le plenifica, no le da vida, porque el único que tiene vida es el Señor resucitado”.

No es cuestión de sentimientos, es cuestión de fe

Al mismo tiempo, la hermana Florencia, afirmó que “Es difícil comprender que la oración existe y que el Señor la escucha y que Él actúa a través de la intercesión, porque es un misterio, como es un misterio la eucaristía”.

“Para la persona que no tiene fe, es difícil que crea en la oración”. “Estamos viviendo en un tiempo incrédulo”, acertó la hermana Florencia.

“Creemos muchas veces que la oración no puede hacer, pero es al revés, poner en las manos de Dios la vida es lo que nos lleva al camino de la felicidad”.

La tentación y el combate de la fe

Finalmente, la hermana Clara Inés , habló acerca de la tentación y dijo que “Para las personas religiosas, que están delante del Señor, que es la luz, y como ven más claro muchas cosas, la tentación es más sutil”. Por otro lado dijo que

“La tentación es buenísima -advirtió- porque es una forma de combatir, sin ella no se puede combatir, y si no se puede combatir no se puede vencer”. “No porque uno sea súper, sino porque en cada tentación uno tiene que apoyarse en el fuerte y el fuerte que vence en mí la tentación, es el Señor, Él vence, Él combate por mí”, concluyó la hermana Clara Inés, del Monasterio Santa Clara de Puán, Buenos Aires.