El “Cura Brochero de Neuquén” nos regaló su oración misionera

sábado, 31 de marzo de 2018
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Canale 1

31/03/2018 – El padre Diego Canale tiene 40 años. Fue ordenado sacerdote el 21 de noviembre de 2009 por el entonces cardenal Jorge Bergoglio cuando era arzobispo de Buenos Aires. Durante sus primeros años de ministerio fue vicario parroquial de Nuestra Señora de la Candelaria, en el barrio porteño de Floresta, y solía colaborar con el santuario de San Cayetano, en el barrio de Liniers. Pero su destino pastoral cambió cuando el actual Papa Francisco le envió una carta.

Preocupado por la escasez de sacerdotes en la diócesis de Neuquén, luego de recibir una carta de monseñor Virginio Bressanelli, el cardenal Bergoglio escribió a todos los sacerdotes porteños pidiéndoles que mediten esta situación y consideren oportuno colaborar con esa diócesis patagónica. El Padre Canale fue uno de los que respondió al llamado y a partir de allí empezó a alternar su estadía entre la Capital Federal y la provincia de Neuquén.

En enero de 2013, el padre Canale fijó su residencia en Neuquén. Fue designado párroco de Nuestra Señora de Andacollo, con jurisdicción en el departamento de Minas. El sacerdote comenzó entonces a atender más de 20 capillas y centros de misión, en distintos parajes del norte neuquino, en la Cordillera de los Andes. Lo llaman el “Cura Brochero de Neuquén” porque anda montado en una mula, a veces a caballo y otras en una camioneta 4×4 para poder acceder a los lugares más inhóspitos.

Canale 2

Esta mañana, el padre Diego nos dejó esta oración misionera:

¡Escucha, Señor, el clamor de tu pueblo!

Sábado Santo en el mundo entero,

silencio que espera la próxima aurora.

La creación entera quiere gritar ¡aleluya!

Tú eres un Dios que nos conoce,

Tú sabes cómo estamos y qué nos acontece,

conoces amorosamente nuestras vidas,

conoces con misericordia nuestros tratos.

Mañana ya es domingo, es Resurrección.

Tu Hijo ha resucitado, la muerte ya no manda.

Que Él nos tome de la mano, nos levante.

Concedenos ser resucitados con Él.

Amén