Descendientes de la Madre Catalina: “Yo sabía que en mi familia había una santa”

lunes, 25 de septiembre de 2017
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25/09/2017 –  La religiosa Madre Catalina de María Rodríguez, fundadora de las Esclavas del Corazón de Jesús, será proclamada beata el próximo 25 de noviembre en la ciudad de Córdoba. El 4 de mayo, el papa Francisco autorizó la promulgación del decreto que reconoce un milagro, atribuido a la intervención de la religiosa cordobesa, último paso para que fuera designada beata.

La hermana Silvia Somaré, religiosa de las Esclavas del Corazón de Jesús, en diálogo con Radio María Argentina, sostuvo que Catalina, en su vida laica (48 años), fue una mujer dedicada que se hizo cargo de su vocación, de su ser  hija de Dios y de ser hermana de los demás: “siempre ayudó al más necesitado y hoy se nos presenta como un ejemplo a seguir” manifestó la hermana. Hija de Catalina Montenegro e Hilario Rodríguez Orduña, Catalina tuvo cuatro hermanas, Manuela y Petrona mayores que ella, Elizarda que falleció pequeña y Estaurófila, la menor, su gran amiga y consejera.  Los descendientes de sus hermanas se refieren a su tía como alguien con  “verdadera vocación por encarnar en la sociedad valores más justos”.

“En su familia se hablaba de guerra, de triunfos, de proyectos de un país federal, donde los políticos trabajaban por honor y no por dinero y Catalina bebió esos ideales de los varones de su familia” expuso Somaré y agregó: “de las mujeres de su familia bebió la entrega a la espiritualidad jesuítica y al más necesitado”. Los familiares de Catalina la recuerdan como una mujer muy alegre y muy sencilla. “A veces a los santos los vemos como desencarnados de su familia pero Catalina siguió con su familia” señaló la hermana.

Los relatos sobre Madre Catalina entre sus descendientes

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Francisco Junyent Bas, bisnieto de Manuela, contó que Catalina vivía en una época difícil y que ella tenía una gran pasión por la  vocación de Dios, con una tradición jesuítica incorporada en su vida.  “Catalina siempre ha estado en nuestros recuerdos, mi esposa, Alicia, guarda reliquias que le quedaron. Tiene un viejo cuadernito con una historia escrita hace 50 años sobre Madre Catalina que cada tanto rescatamos para contarla en las reuniones familiares. Tratamos de inculcar esos valores en la familia. La beatificación es un re despertar de aspectos importantes tanto familiares como de la propia vocación de los miembros de la familia. Ha renovado un diálogo entre los hermanos más grandes y también entre las generaciones de nuestros hijos”.

María del Carmen, bisnieta de Petrona, destaca la experiencia de su mamá al expresar que “siempre la tenía en la falda, le hacía cosquillas, le hacía jugar, le contaba cuentos, la abrazaba fuerte, fuerte y ella la quería mucho. Después fue la fundadora de las Esclavas asique la veneraban mucho en la familia. A mis hijos les he contado mucho de la Madre Catalina, que ha sido muy buena  y muy querida.  La beatificación, nos va a acercar mucho más a Dios“.

El esperado reencuentro entre los sobrinos de Madre Catalina y sus hijas, las Hermanas Esclavas, se dará el 30 de septiembre en la Casa Madre en Barrio General Paz (David Luque 560). A las 10 hs el P. Santos Moyano (sobrino tataranieto de Catalina) presidirá la eucaristía y luego llegará el momento de compartir historias de familia, el legado y testimonios inéditos de una mujer que se dejó transformar por Jesús y transformó todo lo que la rodeaba.