Día 13: Los magos de oriente

lunes, 7 de marzo de 2016
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Reyes magos

07/03/2016 – Continuando con las contemplaciones en torno al nacimiento de Jesús, hoy seguimos el recorrido de los Magos venidos de oriente que llegan a adorar al Niño y a traer sus ofrendas. Es símbolo de los pueblos del mundo, más allá de los judíos, que vienen a rendir homenaje al Mesías.  Ha nacido el rey del mundo, el creador de todo, en un pesebre. Y gente sabia, que lee los signos de los tiempos, viene a rendirle homenaje. Ellos le dejan lo mejor que tienen, sacan lo mejor de sí y lo ponen a los pies del Señor. 

Seguimos pidiendo gracia de “interno conocimiento de nuestro Señor Jesucristo para más amarlo y mejor seguirle”.

Contemplamos el texto en Mt 2, 1 en adelante.

Mateo, como cada uno de los evangelistas, tiene un pueblo a quien dirigirse. Este pueblo es una comunidad judía. Lo deducimos, entre otras razones, por la cantidad de citas que hace al Antiguo Testamento. Lo ubica a Moisés como uno de ejes, Juan el Bautista en la transición, Jesús el nuevo Moisés, y los mandamientos como el nuevo decálogo de la ley.

El acto de revelación del misterio de Jesús acontece en su pasión, muerte y resurrección. En el evangelio de San Marcos se reitera que mientras la vida de Jesús acontece en medio de sus discípulos, ellos no comprendían nada. Sólo a partir de Pentecostés comienzan a comprender lo que vivieron. A la luz de la Pascua y de la venida del Espíritu Santo la iglesia primitiva comienza a leer la vida de Jesús.

Éstos relatos de la infancia de Jesús se entienden y se leen desde lo ya dicho en el Antiguo Testamento del Mesías. Ciertamente éstos sucesos tiene como una de las fuentes a la Madre de Jesús, “que guardaba todas estas cosas en su corazón”. Particularmente, Mateo, narrará la historia a una comunidad judía relatando reminiscencias y tradiciones que pasaban de boca en boca.

Midrash, es el nombre con el que se conoce este recurso literario que nos presenta Mateo. Su principal función es la edificación del pueblo de Dios. Por eso nos viene bien en esta parte de los Ejercicios Ignacianos, volver a relatar esa salvación que continúa en nuestras vidas. Destaca más allá de la historia el mensaje religioso que los evangelistas nos quieren comunicar.

Necesitamos, como dice Ignacio, “reflectir para sacar provecho”, rumiar como hacen las vacas, y pasar una y otra vez los textos por el corazón como modo de oración. Rezamos y contemplamos el texto “como yo ahí presente, como un humilde lazarillo, prestando servicio a los allí presentes”.

“Hemos seguido una estrella…”

Se pone en sintonía al Rey Mesías que ha nacido como descendiente de David. Según los relatos, el episodio de los Magos se refiere a Miqueas 5, 1. Este profeta, a partir del verso 14, Miqueas canta la gloria futura de la dinastía. “Mas tú, Belén Efratá, aunque eres la menor entre las familias de Judá, de ti me ha de salir aquel que ha de dominar en Israel, y cuyos orígenes son de antigüedad, desde los días de antaño. Por eso él los abandonará hasta el tiempo en que dé a luz la que ha de dar a luz. Entonces el resto de sus hermanos volverá a los hijos de Israel”.

Aquí le referencia a la luz, y en relación a la estrella, revela el vínculo existencia entre el relato “una luz nos trajo hasta aquí” vinculado a quien es la luz. Este tema volverá a aparecer en la oración de Simeón “luz para alumbrar a las naciones y gloria de su pueblo Israel”. En Isaías 7, 14  también se muestra este vinculo a Mateo que nos muestra la llegada del Mesías ya anunciado. 

Este Emanuel, el que se da a luz en la virgen embarazada, es todo luz que se refleja en el cielo. Así se interpreta esto de los magos “hemos visto una luz en el cielo”. Mateo, en relación a la profesía de Miqueas,  dice “no eres ciertamente la menor porque de tí saldrá el pastor de tu pueblo”. Por último, Samuel 5, 2 toma esta imagen de la figura del pastor que apacentará a su pueblo.

¿Quiénes eran estos personajes de oriente?

Según algunos estudios de la historia antigua, estos magos pertenecerían a Persia. Podemos decir que en ese lugar, el estilo de vida de éstos personajes, están guiados por una religión el “mazdeísmo”: Religión de los antiguos persas que está basada en la existencia de dos principios divinos en lucha eterna, uno bueno, creador del mundo y otro malo, destructor. Entienden al mundo como fuerza entre el bien y el mal, con el bien que siempre vence. Estamos frente a, por un lado la fuerza del mal personificada en Herodes que ha llegado incluso a matar a su hijo, y por otro lado la fuerza del bien, Jesús.

Poblaron la medialuna fértil y con el tiempo formaron una casta sacerdotal en torno al mazdeísmo. Tenían algunos puntos de contacto con la doctrina del antiguo testamento. Ellos, al escuchar a Herodes, se dan cuenta que el mal está operando. Y de ahí la advertencia de que tienen que huir, y que el mismo niño está en peligro.

“¿En dónde está el reino de los judíos?”, preguntaban por las calles. Seguramente despertó sarcasmo en los pobladores, y pavor en torno a Herodes. Sin embargo lo que anunciaban era el meollo de la esperanza de los judíos. Era un rey que había de venir de Judea. 

“Hemos visto la estrella y vinimos”. Los magos se han puesto en camino porque han visto la luz. Acá no importan tanto si tenían estudios astrológicos, sino el recurso literario del que se vale Mateo para indicar que la luz que se esperaba estaba presente, y que además, tiene carácter universal. Como va a decir Simeón, es “luz para iluminar a las naciones”. Isaías 9, 1-5 “el pueblo que andaba en tinieblas ha visto una gran luz”. “Ha llegada una luz, la gloria del Señor está sobre tí”. Ojalá nosotros también podamos experimentar en este día que a nosotros también nos ha llegado una gran luz a envolvernos y despierta en nosotros lo mejor que podemos dar.

Momentos de la oración

1- Oración preparatoria (EE 46) me pone en el rumbo del Principio y Fundamento: que lo que yo vaya a hacer me ponga en el contexto de buscar y realizar, ya desde ahora, y por encima de todo, la voluntad de Dios.

2- “Traer la historia” (EE 102) Se trata de reconstruir la historia de lo que contemplo a partir de los datos. Ayudará leer detenidamente y varias veces el pasaje que quiero contemplarEvangelio según San Mateo 2,1-12.

3-“La composición de lugar” (EE 103) tengo que componer la escena, re-crearla, reconstruirla desde los datos que la Escritura me ofrece.

4-Formular la petición (EE 104). La petición es la que enrumba la oración, la pone en búsqueda de algo, no la hace simple pasatiempo, sino persistente interés en alcanzar algo.

“Interno conocimiento de nuestro Señor Jesús”

5-Reflectir para sacar algún provecho significa dejarme mirar por la escena, como ubicarme en ella: aquí me implico en ella como si presente me hallare. Es dejar que lo mirado me mire y me diga algo nuevo. Eso que se me dice son las mociones que se me dan.

6- Coloquio a partir de lo que he vivido en la contemplación, no me faltarán palabras para pedir, agradecer, alabar o simplemente disfrutar de lo que se me ha dado.

7- Examen de la oración