Dimensión Misionera del Sacerdote

sábado, 14 de noviembre de 2009
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Numerosos fieles reunidos se reunieron en la plaza de San Pedro del Vaticano y recitaron el Ángelus con Benedicto XVI el domingo 18 de octubre, Jornada Mundial de las Misiones. La Iglesia, ha recordado el Papa, es misionera por vocación y está llamada a proseguir la obra de Jesús anunciando el Evangelio del Reino de Dios a todos los pueblos. Todos los cristianos están llamados a cooperar en este proyecto, según sus diferentes condiciones de vida y carismas particulares. Y seguidamente el Papa ha dicho lo siguiente:
“En esta Jornada Misionera Mundial quiero recordar a los misioneros y misioneras, sacerdotes, religiosos, religiosas, y laicos voluntarios- que consagran su existencia a llevar el Evangelio por el mundo, afrontando adversidades y dificultades, e incluso a veces, verdaderas persecuciones. Pienso, entre otros, en don Ruggero Ruvoletto, sacerdote fidei donum, asesinado recientemente en Brasil, y en el Padre Michael Sinnot, religioso secuestrado hace pocos días en Filipinas.
¿Y cómo no pensar en cuanto está emergiendo desde el Sínodo de los Obispos para África en términos de extremo sacrificio y de amor a Cristo y a su Iglesia?. Agradezco a las Pontificias Obras Misioneras su precioso servicio que prestan en la animación y formación misionera.
Invito asimismo a todos los cristianos a realizar un gesto de solidaridad material y espiritual para ayudar a las jóvenes Iglesias de los países pobres”.

Podemos plantear nuestra reflexión desde dos perspectivas: ¿Es el presbítero fundamentalmente un pastor llamado a asumir ciertas responsabilidades misioneras?, o más bien ¿Es el presbítero fundamentalmente un misionero llamado a asumir ciertas responsabilidades pastorales?
Hay una clara enseñanza en los documentos recientes del Magisterio sobre la identidad profundamente misionera del sacerdocio ministerial (del obispo y presbítero). Esta enseñanza se fundamenta en lo más central de la doctrina cristiana: el misterio de la Trinidad revelado en el misterio pascual de Cristo. 
El Concilio Vaticano II ha cambiado profundamente el modo de pensar en la Iglesia y en la misión evangelizadora de la Iglesia. Juan Pablo II y Benedicto XVI han profundizado en este pensamiento.
Joseph Ratzinger hace unos 35 años (antes de ser Papa), enfatizó otro aspecto fundamental de la conciencia de Jesús sobre su identidad: el de “ser enviado”:
“Jesús entiende a sí mismo como a uno que cumple una misión… Él sabe que él es el que ha sido enviado. Es una realidad total. Su “ser enviado” no viene como una modificación de su “ser ya constituido”. Su ser es “un ser enviado”, un ser-que-viene-de-otro y un ser-enviado-a-otros. La estructura fundamental de los ministerios cristianos se vuele claro una vez que se capta esta comprensión que Jesús ha tenido de sí mismo.
P. Juan Gorski, M.M1