Dios entró en la historia aceptando hacerse historia en la vida de los dicen: “aquí estoy”

lunes, 28 de marzo de 2022
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26/03/2022 –  En “Madre del pueblo” continuamos recorriendo el rostro de Maria en distintas expresiones de fe, en esta oportunidad, en el marco de la Solemnidad de la Anunciación del Señor.

El Padre Marcelo Amaya desarrolló algunos aspectos de la historia relacionada a la fiesta de la Anunciación del Señor así como también reflexiones sobre el significado del sí de María, que recuperamos brevemente a continuación:

En Oriente se encuentran testimonios de esta fiesta del 25 de marzo ya a mediados del siglo VI. En Roma se celebra a partir del siglo VII. Al ser una fiesta ligada al Señor Jesús y a su entrada en la historia, el nuevo orden litúrgico prefirió nombrarla con el título de “Anunciación del Señor” – en lugar del más popular “Anunciación de María”- explicó el Padre Marcelo.

La solemnidad de la Anunciación del Señor es una fiesta navideña, aunque esté fuera del tiempo de Navidad: nueve meses antes de su nacimiento tiene lugar la encarnación de Jesús en el seno de la Virgen María.

Una nueva historia

La Anunciación es la fiesta del Señor que se encarnó en el seno de María, iniciando una nueva historia. Es interesante observar que Dios no envía al ángel a Jerusalén, al templo, sino a Galilea, una región despreciada como refugio de paganos incrédulos. A Nazaret, una ciudad que no menciona el Antiguo Testamento.

El valor de María

Ante el anuncio, María reflexiona, entra en diálogo consigo misma y con el ángel, y pregunta por el sentido de sus palabras y la forma en que se realizarán. María no se deja llevar por las emociones. Aparece como una mujer valiente que ante lo inaudito mantiene el autocontrol. Y, a la luz de Dios, evalúa y decide.

La acción del Espíritu Santo

Es el Espíritu quien reviste la vida de María, haciéndola apta para su misión. Lo hará aquí y lo hará en el Cenáculo: María, mujer revestida del Espíritu, gracias a la cual y en la cual todo se hace posible.

El “hágase” de María

El “Fiat” de María transforma su humilde casa en la Casa de Dios, y a ella misma en el Tabernáculo del Santísimo Jesús. Bastó un “Aquí estoy”, una señal de disponibilidad, sabiendo confiar en la acción del Espíritu Santo. Y Dios entró en la historia aceptando hacerse historia en la vida de los que dijeron y seguirán diciendo “aquí estoy”.

Coordenadas de María

La primera coordenada de María es creer: confiar y encomendarse a Dios, segura de que en Él nada es imposible. Dios no teme el tiempo del desconcierto, de la reflexión, de la comprensión: Dios no obliga a la libertad, sino que educa a la libertad, para que cada uno pueda decir su “Aquí estoy”.

La segunda coordenada es aceptar entrar en el tiempo de Dios, en sus ritmos; un “tiempo”, que no es simplemente el paso de las horas, sino que es el tiempo oportuno, el tiempo pleno, el tiempo de la oportunidad, el tiempo de la gracia.

El amor crece en la caridad conyugal

Desde el Movimiento Familiar Cristiano, de la Diócesis de Catamarca, estuvieron presentes Perla y Carlos Olima para dar su testimonio como matrimonio. Junto a Eugenia conversaron sobre el documento Amoris Leatitia, en su capítulo 4, sobre el matrimonio como  signo del amor esponsal de Cristo por la Iglesia.

Espiritualidad Sinodal

Como cada sábado el Padre Marcelo Amaya se refirió al camino sinodal al que estamos llamados como Iglesia, en esta oportunidad junto al Padre Vizcarra para hablar sobre “espiritualidad sinodal”.

La espiritualidad no es sólo rezar, ir a misa o celebrar la Palabra, sino que implica dejarnos conducir y sorprender por la realidad, “no solo en mi apostolado sino en todos los aspectos de mi vida personal, dentro de la Iglesia y también afuera”, comentó el Padre Vizcarra.

Te invitamos a escuchar el programa completo en el audio que acompaña esta nota.