“¿Dónde está tu hermano?”

martes, 13 de abril de 2021
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13/04/2021 – Esta semana, en el ciclo “La fraternidad en el Génesis”, continuamos profundizando en el relato bíblico de Caín y Abel, en el capítulo 4º del primer Libro de la Biblia.

En el inicio del espacio Fray Miguel Ángel López hizo un resumen de lo tratado en el programa anterior donde veíamos cómo este relato nos lleva a hacernos preguntas profundas en torno a uno de los problemas radicales de la humanidad: Todos los hombres somos hermanos y por lo tanto, todo homicidio es fratricidio.

Respecto a esta primera parte, el padre López señaló que “el gran mensaje es éste: la exclusión del otro, la negación y la eliminación del otro, no hace más que poner en evidencia mi incapacidad de madurar, mi autorepliegue y el estarme deshumanizando. Si nos domina la codicia, la envidia, los celos, el eliminar al otro, somos como animales agazapados que salen a destruir al otro porque no lo reconoce y lo margina. Esto nos impide ser humanos. Este es el gran mensaje del diálogo entre Dios y Caín, y es el gran mensaje de Dios para nosotros. Y es también el mensaje del Papa Francisco en Fratelli tutti: en la medida en que me abro al otro me humanizo y nos humanizamos”.

En esta edición del programa, continuando en el capítulo cuarto, fray Miguel Ángel abordó el diálogo donde Dios se dirige a Cain, pero no lo acusa, no le reprocha. Le hace una pregunta simple: “¿Dónde está tu hermano Abel?” (Gen 4,9).

“Aquí aparecen dos violencias: la violencia de haber asesinado a su hermano (v.8 “…se lanzó Caín contra su hermano Abel y lo mató) y la violencia de negar el asesinato (v.9 «No sé. ¿Soy yo acaso el guarda de mi hermano?»).

“La violencia tácita no expresada hace sigilosamente otros daños. Dios le pregunta, le da la ocasión de reconocer su error. Es necesario que el culpable se defienda antes de ser condenado”.

Te invitamos a escuchar el programa completo junto a Fray Miguel Ángel López en el audio al inicio de esta nota