¿Dónde iremos a parar? ¿Cuál será nuestro destino?

miércoles, 25 de julio de 2007
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Jesús salió y vio a un publicano llamado Leví que estaba sentado junto a la mesa de recaudación de impuestos y le dijo: sígueme. El dejando todo se levantó y lo siguió

Mateo 9, 9

Esta iniciativa de Jesús, después termina en una cena que comparte con los amigos de Mateo que son publicanos y pecadores. El predicaba podríamos decir así a los negocios y a la crítica que recibe de los legalistas de su tiempo.

Jesús les dice que El no ha venido por los que están sanos sino por los que están enfermos. He venido a llamar a los que son pecadores no a los justos con lo cual se abre un camino importante para nosotros. Delante de nosotros se abre toda una posibilidad de descubrir el valor que tiene la presencia de Jesús cuando se encuentra con nuestra pobreza, con nuestra fragilidad y cuanto puede cambiar nuestra vida a partir de éste encuentro.

Este a donde iremos a parar que compartíamos al comienzo de nuestro encuentro y abríamos nuestro espacio tiene mucho que ver con la posibilidad de éste encuentro y de abrirnos al mismo mucho más allá de lo que pensamos si somos dignos o no y lo merecemos o no. Jesús pasa a tu lado y te invita a esto: a seguirlo. No te fijes demasiado en como estás. Si estás en condiciones o no, si sos la persona elegida o no. Pareciera que si. Y por que parece que si vale la pena al menos intentarlo.

Pero que significa esto de seguir a Jesús. Significa elegir los valores que Jesús elige, reorientar nuestros pasos según las motivaciones que el Señor nos quiere dar para nuestra vida, significa transformar nuestro día en un día distinto por lo que supone la presencia de Jesús en nuestro corazón. Elegirlo supone encontrar un nuevo rumbo. Donde vayamos a parar no depende tanto de cuanto sea como van las cosas, cuanto decidamos que comiencen a ser.

Con el encuentro con aquel que es el hijo de Dios que se ha venido a quedar en medio de nosotros. No te parece con el encuentro con aquel que ha venido a ser nuevas todas las cosas, tu ir a parar a algún lado puede ser distinto de lo que te supones o imaginas. La frase que yo anotaba anoche cuando preparaba la catequesis es: éste país no tiene vuelta, la juventud está realmente complicada, a donde irá? Una frase que surge a veces en el mundo de los jóvenes es ésta: se pudrió todo o está todo mal.

De allí me vino a partir de la lectura de un texto de Descalzo la pregunta ¿ a donde vamos a parar? Si nos dejamos gobernar por éste discurso un poco derrotista bajo el signo supuesto de realismo, seguramente que las perspectivas de esperanza, de gozo, de alegría no son muchas. Hay que ubicarse desde dentro de nuestro lugar y pensar las posibilidades que se abren para los que no estamos bien a partir del encuentro con aquel que nos llama más allá de cómo estamos, para que estemos mejor.

Te invito que te abras a ésta experiencia, nos dejemos invitar por Jesús a ir aunque nos cueste un poco y sea difícil más allá de lo que imaginamos puede ser nuestro destino si lo dejamos a la suerte de esto que no viene tan bien planteado. Lo que decíamos antes, que no tenemos vuelta, que la juventud está perdida, que se pudrió todo, que está todo mal. Tratemos de ubicarnos en otro lugar y seguramente encontraremos alguna respuesta a lo que estamos buscando.

 Tal vez para entender la pregunta que se instala desde el comienzo de la catequesis que viene de unos discursos un poco derrotistas y fatalistas que se encarnan, se hacen presente en lo nuestro de todos los días a veces conciéntemente, a veces inconscientemente.

Digamos que hay que instruir un poquito como es que surge en el ambiente estos discursos del derrotismo.

A veces son los padres que por allí expresan su desconcierto ante el mundo que rodea a sus hijos y como el ambiente en que les toca educarlos no es aquello que hubieran deseado en las circunstancias en la que nos encontramos no están dadas las mejores condiciones para lo que son al menos los valores que quisieran inculcar para que el futuro de los que vienen detrás sea mejor de lo que ellos vivieron. De ahí que a donde vamos a ir a parar.

A veces son las mujeres que describen lamentable clima sucio en los que en los medios de comunicación que en las calles se respire, por ahí son jóvenes que no saben lo que quieren. Se preguntan a donde va? Y para que? Y por que? A veces hasta yo los encuentro en nosotros mismos los consagrados, los religiosos.

Cuando nos encontramos con crisis diversas por las que atraviesan las personas que Dios nos ha puesto a nuestro cuidado y situaciones tan dolorosas en las que uno dice como se hace para superar esto. A donde vamos a parar se instala como pregunta a veces consciente, a veces inconsciente. Y yo me animaría a decir que vamos a ir a parar a donde vos y yo queramos ir.

Para esto hay que ubicarse como en dos dimensiones diría yo. La primera es que aunque es cierto que el ambiente y la circunstancia influyen fuertemente en nuestra vida, es la propia libertad quien toma las grandes decisiones. Vivimos en éste mundo pero cada uno es hijo de sus propias obras y por fortuna al final hay siempre en el fondo del alma un ámbito irreductible en el que solo manda nuestra propia voluntad.

Cuanto bien nos hacen las historias dolorosas que nos llegan en situaciones límites, de personas que supieron ponerse de pie en medio de circunstancias poco favorables, ¿o acaso Bethoven no fue hijo de un padre borracho?, Francisco de Asís descubrió la pobreza en un ambiente donde se daba culto al becerro de oro del dinero.  Nada pudo con las alegrías del fondo del corazón que habitaban en Teresa de Jesús. No pudo ningún intransigente de su tiempo robarle su decisión de ser feliz.

Tenemos como una tendencia fuerte a escudarnos en el ambiente para justificar nuestra propia mediocridad y ya es tiempo de que cada hombre, cada uno de nosotros, vos, yo, nos animemos una vez más a forjar nuestro propio destino de donde sabemos que lo podemos hacer que no es de cómo dice hoy que está el índice de la economía sino lo que dice como está el índice de tu corazón.

Hay una frase que ayer encontré en internet que la busqué hace un tiempo y que ahora la encontré, para citarla mejor es del filósofo español Ortega y Gasset, el que sostenía en su libro “La rebelión de las masas” que los argentinos padecemos de un mal cuasi endémico, que mientras la mitad de los argentinos nos preocupamos de las cosas, no nos ocupamos de ella, que la otra mitad se ocupa de las cosas pero no se preocupa de ellas por eso la frase: argentinos a las cosas.

Es decir, dejemos de lado los lamentos, pongamos y arremanguémonos.

Dicen que los salmones son tan sabrosos porque nadan en aguas muy frías y porque nadan contra corriente.

Es importante ubicarse frente a lo que vivimos con realismo pero no con derrotismo.

Es importante asumir lo que nos toca mirando las cosas de frente. Pero de frente para nosotros lo mejor está por venir, aunque lo que tengamos frente a nosotros no sea tan bueno y sea diría hasta bastante complicado. Para los que creemos el Reino de los Cielos se está gestando y nosotros creemos definitivamente en que va terminar de gestarse en la medida que nos animemos a caminar hacia delante. De allí la frase de Jesús que no es bueno de ir detrás suyo a ola hora de

La invitación de Jesús a seguirlo creo que es la clave que surge hoy una vez más para que encontremos hacia delante lo que estamos buscando la necesidad de ser felices más que tomar el diario y abrir sus páginas para desayunarnos con malas noticias.

Todavía no se sabe bien porqué los titulares de los diarios en el mudo arrancan con catástrofes, con índices económicos alarmantes, con datos de la situación social difícil, con conflictos. Es verdad que no se puede vivir desinformado, pero también es cierto que la agenda de información no es solamente esa, que hay otra agenda de información que es más simple y forma parte de lo cotidiano.

Cuanta gente sonríe en el mundo? Quien hizo estadística de esto? Tengo una foto adelante mío que justo aparece en la pantalla y una familia toda sonriendo pero no para la foto sonriendo y diciendo whisky sino de verdad se nota sus rostros alegres.

Aparece otra ahora de uno de los miembros de la familia con el rosario colgado, con un grupo de jóvenes en una situación de pobreza también todos sonriendo y ahora dos chicas aparecen riendo. Mira cuantas te describí y fijate que no aparecen en los diarios. Aparecen ahora la mamá y el hijo, los dos abrazados y sonriendo.

¿Porqué no hacés una estadística de las sonrisas y la publicás en la página?.  El morbo puede más.

Entonces el no terminar de aceptar que somos frágiles, que somos débiles, que nuestra vida está llamada a ser una gran posibilidad pero desde ésta condición de lo que yo soy, pequeño, frágil, débil.

Hasta que no asuma esto el morbo me va a ganar y voy a tratar de descubrir que es lo que se esconde detrás de aquello que yo reconozco como debilidad en mi hurgueteando por algún lugar de la vida para solo encontrarme con la catástrofe que tengo dentro o la que ocurre alrededor mío y creerme que toda la realidad pasa por allí. No es verdad.

Creo que se abre delante de nosotros la posibilidad que las cosas sean distintas aún cuando vayan mal y nos sabemos ubicar donde corresponde. Hay como cuatro posturas cuando hay cosas que no están bien dentro nuestro o alrededor nuestro, tres no sirven ni valen la pena como éstas: gritar, llorar, desanimarse.

Solo una vale la pena y que sería la más seria y la más práctica: hacer. Hacer quiere decir no lanzarse hacia delante de cualquier manera sino verdaderamente hacerse cargo de lo que nos pasa y a partir de allí realmente disponernos a construir y hacer algo distinto. Sobra gente que se lamenta en éste mundo.

Vuelvo a repetir, la agenda de los diarios es un gran lamento, la agenda noticiosa de los medios es un gran llanto. Se suma a la experiencia de dolor que hay dentro tuyo, la experiencia que hay de sufrimiento que hay en tu corazón por pertenecer a éste género tan particular que pisa sobre la tierra que se llama género humano.

Hay horrores en la sociedad pero no vale la pena ponerse a coleccionarlos. También es cierto que en el medio de todas las dificultades que vivimos hay mucha charlatanería y que en el café que compartimos los amigos, de esas charlatanerías de lo drástico, de lo difícil, de lo preocupante gana la conversación sin que tengamos demasiados argumentos para justificarlo pero es como que estamos acostumbrados a pararnos en ese lugar. Si la cosa puede marchar mejor porque no nos ponemos a que cambie la historia. Vos te preguntarás pero yo puedo cambiar la historia?

Vos podés cambiar tu historia y los que están cerca de ti. Nadie te pide que des vueltas al mundo que las cambies por todas partes sino que te animes a cambiar tu pequeña historia, que tu diario tenga un titular distinto hoy.

Se acostumbra en algunos jóvenes todavía, yo lo veo en mis sobrinas que son chiquitas y también en mis otras sobrinas que son más grandes de tener su propio diario y hay gente que todavía escribe su diario, gente grande. Sería bueno que vos tengas esa costumbre de escribir tu diario.

Por ejemplo, que título positivo le pondrías al diario, al de tu mundo, hablo al de tu familia al de tu trabajo, tus búsquedas al del futuro que vos querés para tu país. Con que título esperanzador titularías hoy lo que te pasa?

Yo por ejemplo hoy tengo un encuentro en SADAIC con una persona conocida, y que yo personalmente no tengo mucho conocimiento de ella, pero se que es una persona conocida y que ha colaborado mucho a la cultura nacional que es Atilio Stampone, quien es que está al frente de SADAIC, y me animaría a decirte que para mi el titular hoy es: un gran encuentro, y creo que como subtítulo tiene: va a alimentar y acrecentar mi mirada sobre la cultura nacional.

Yo estoy seguro que vos tenés algún título para tu diario. Entonces la consigna es:  ¿Como titularíamos positivamente nuestro día de hoy?

En periodismo decimos que los noticioso lo establecen algunos parámetros que arman la agenda de lo que termina por ser lo que marca desde la noticia el rumbo o una parte importante del rumbo de la realidad.

La noticia que marca el rumbo de la realidad se construye a partir de titulares que surgen en los periódicos del mundo como aquellos que tienen que marcar la diferencia.

U2 ayer desde la página de internet de google publicaba aquel acontecimiento llamativo de la participación de los ocho demócratas por las elecciones a la presidencia de los Estados Unidos y la invitación a los jóvenes a participar de la política porque cada vez hay menos interés por el mundo de lo político, cada vez hay más descrédito sobre el mundo de lo político y entonces se buscan nuevas formas, todos los modos de involucrar a los jóvenes particularmente en éste ámbito y entonces ganó los titulares de los periódicos la inclusión de U2 y de la CNN en el debate por la candidatura presidencial de Estados Unidos en el Partido Demócrata.

Te lo digo esto solo como ejemplo de lo que pasó ayer. De cómo un hecho determinado por sus características ocupa lo principal de la agenda de lo que se va a conversar en un café, en una reunión de amigos, lo que va a llamarte particularmente la atención.

Ahora como hacer para que lo que llame la atención sea bueno. Como hacer para armar una agenda que sea la noticia y el ejercicio que estamos haciendo ahora colabora.

Cada uno tendría que tener su propio diario, su propio titular. Sería una buena costumbre ésta de levantarse con el propio diario, no escondiendo la realidad, no haciendo como aquel presidente argentino que le publicaban su diario para esconder la realidad, entonces las decisiones que tomaba eran siempre desacertadas. El enemigo lo tenía instalado dentro del gabinete presidencial que le construía una realidad lejos de la misma realidad a partir de un diario irreal. Nuestro diario con realismo pero con noticias que sean verdaderamente alentadoras, motivadoras, llenas de esperanza.