“El año litúrgico no es una idea, es una persona, Cristo actuando en el tiempo”, dijo el padre Mario Sánchez

jueves, 7 de noviembre de 2019
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07/11/2019 – “La idea es que vayamos descubriendo que a lo largo del año nuestro año litúrgico celebra el misterio pascual de Cristo y a lo largo de este año tienen lugar todas las fiestas y todas las acciones sacramentales, dado que es la estructura que sostiene todo el misterio del culto cristiano”, expresó el padre Mario Sánchez, párroco de la parroquia Nuestra Señora de Luján y San Fermín de Córdoba y quien actualmente está cumpliendo la función de perito en el Secretariado Nacional de Liturgia (SENALI), de la Conferencia Episcopal Argentina.

“El año litúrgico comienza el primer domingo de Adviento y para nosotros este año 2019, va a ser el primero de diciembre, ese domingo comenzamos un nuevo año litúrgico”. Y resaltó que “El año litúrgico no es una idea, es una persona, Cristo actuando en el tiempo”.

El tiempo salvífico del año litúrgico

Ante esto, el padre Mario Sánchez dijo que “El tiempo para el cristiano, es el espacio donde Dios quiere salvarnos”. “La celebración litúrgica le da al tiempo un valor como espacio salvífico que a veces en lo cotidiano lo perdemos”.

“En cada una de las celebraciones el centro es la Eucarística que encierra todo el misterio de la salvación”.

Los ciclos litúrgicos

El padre Mario destacó que “Tenemos tres ciclos más importantes, el ciclo Pascual, el ciclo durante el año y el ciclo de Navidad”. “Y dentro de cada ciclo litúrgico -aclaró- tenemos tiempos en los cuales vamos a ir dividiendo estos grandes ciclos”.

Ciclo Pascual: “El tiempo inicial de este ciclo es el tiempo de la Cuaresma, que comienza el miércoles de ceniza y se extiende hasta el jueves santo al mediodía aproximadamente. Y a partir de este día comienza el Triduo Pascual. La gran característica de este tiempo es la ausencia de las flores, de adornos y no se canta el Aleluya”, describió el padre Mario.

Ciclo Ordinario – Durante el año: “El tiempo durante el año celebra propiamente el misterio de Cristo, las mismas lecturas del Antiguo y Nuevo Testamento nos van a ofrecer la posibilidad de ir viviendo nuestro camino de perseverante fidelidad hacia la venida del Señor, y como gran esperanza del Pueblo de Dios, por lo cual el color es el verde, signo de esperanza, como signo de algo que reverdese, como algo que está viniendo”. “Son treinta y cuatro semana dividida en dos”, explicó.

Ciclo de Navidad: “El tiempo de este ciclo es el del Adviento, donde cada año puedo tomar conciencia que toda la historia humana es un gran Adviento de espera en el Señor. Es interesante poder descubrir que cada año puedo refrescar esta conciencia, esta condición de estar siempre expectante de una llegada, la del final de los tiempos”.

Finalmente el padre Mario Sánchez, especialista en liturgia dijo que “Nuestros ciclos litúrgicos nos ayudan a celebrar un misterio de salvación desde distintos aspectos y de diversos modos de celebrarlo a través de su lenguaje, los signos y la Palabra”, concluyó.