El bosque chaqueño es la “Amazonia argentina” y también está en peligro

lunes, 9 de septiembre de 2019
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09/09/2019 – El mundo se estremece por los incendios en el Amazonas, los bosques nativos de la Argentina también se encuentran bajo asedio.

Informes oficiales y estudios realizados por institutos científicos y ONG muestran que se pierden anualmente miles y miles de hectáreas de estas reservas naturales que brindan servicios indispensables para la vida y el desarrollo socioeconómico.

Greenpeace advirtió, a comienzos de este año, que en el norte del país cuatro provincias concentran el 80% de los desmontes: Santiago del Estero, Chaco, Formosa y Salta, y que el 36,3% de la superficie deforestada durante el lapso analizado correspondió a bosques nativos.

La ecorregión chaqueña se extiende en gran parte de la Argentina, Paraguay, Bolivia y una pequeña porción de Brasil, y sus bosques, matorrales, praderas, sabanas, pantanos y humedales la hacen algo único en el mundo.

Después del Amazonas, el Gran Chaco es la ecorregión boscosa más extensa del continente americano y la que despierta mayor preocupación. Es uno de los 11 puntos con mayor deforestación del mundo y, según calcula un trabajo de la Fundación Vida Silvestre realizado con apoyo técnico del INTA, si nada cambia, en 2028 habrá perdido una superficie equivalente a 200 veces la ciudad de Buenos Aires.

Al respecto dialogamos con Manuel Jaramillo, directo de la Fundación Vida Silvestre quien aseguró: “El bosque chaqueño esta siendo deforestado principalmente para ser utilizado como zona agrícola y ganadera y el impacto en el ecosistema es grande”.

Por su parte, Sebastián Bonnin, Ingeniero Forestal, Investigador en la estación Delta del INTA Paraná dijo a los micrófonos de Radio María Argentina que “la Ley de Bosques permitió regular el ordenamiento territorial de los bosques nativos pero nunca se cumplió con el presupuesto asignado”.

Si bien todavía no se conocen los resultados del segundo inventario de Bosques Nativos, las estimaciones sobre pérdidas de los últimos 15 años son muy negativas y rondan las 300 mil hectáreas por año en promedio.