El Cura Brochero: esculturas que nos ayudan a rezar

viernes, 27 de marzo de 2015
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brochero

Julio Incardona es artesano y escultor oriundo de Alta Gracia. Fue el encargado de hacer la escultura del Cura Brochero que se encuentra en el Santuario y también la que se encuentra en la Plaza del Fundador en la ciudad de Córdoba, lugar donde el presbítero estudió. En diálogo con Radio María, Julio recordó la influencia del “cura gaucho”en su vida y cómo realizó las esculturas.

Cuando se hace algo en materiales, a diferencia de cuando te piden un libro o un poema, las herramientas están basadas en el corazón. Las que salen desde el alma tienen un sentido profundo. Escuché que iban a beatificar a Brochero, había viajado a Traslasierra, y desde que empecé, han empezado cosas increíbles para mí y mi familia”, comentó el artesano.

“Brochero obró de una manera especial, convocó a su pueblo de una forma fuera de lo común, tenía esa forma de los gauchos, y siento que en mi vida me ha ido tomando. Yo en la Parroquia era el más duro, no me hacían rezar un rosario ni aunque me pagaran, y se ve que Brochero me estaba viendo y me ayudó”, recordó.

En cuanto a la escultura de la Plaza del Fundador, sostuvo: “A diferencia de la imagen del Santuario, que fue de la cara, en ésta le presté atención a la mano izquierda. Fue la que me motivó, llegó a generarme discusiones internas. Me pregunté cómo podía ser que usara bastón si no lo necesitaba. Ahí empecé a investigar de qué se trataba, mi señora me explicó que se usaba para ordenar, era de autoridad, pero la mano me empezó a atrapar y le dediqué horas de trabajo.  Mi signo en esto era expresar su amor por la docencia, por educar al pueblo“.

Julio aclaró que la escultura es muy grande, de 3 mil kilos de piedra y más en la base, y agregó que la idea de hacerla detrás de la Catedral era para “poner un pedacito de Traslasierra a la vorágine de la ciudad de Córdoba”.

“Brochero no se quedo cómodo, salió a buscar a la pobres, si no había caminos, los hizo. Se ve que él quiere insistir que volvamos a los ejercicios espirituales. La fuerza del rosario es algo que el que lo reza siente que viene el alivio y después la fuerza. En  momentos en que no llegaba a tiempo para finalizarla, una noche soñé que Brochero traía su tronco y me decía “yo puse el primero, los otros se pusieron sólos.” Ese fue el resumen de mi experiencia, el primer paso uno lo tiene que dar aunque haya un abismo adelante”, cerró el artesano, que se mostró muy emotivo durante su relato.