El desafío de impulsar la participación de las mujeres en la Iglesia

miércoles, 8 de diciembre de 2021
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08/12/2021 – La recientemente finalizada Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, de la que participaron obispos, sacedotes, religiosas y religiosos, laicas y laicos, presentó, como conclusión, 12 desafíos pastorales prioritarios para la Iglesia, entre ellos, uno que hoy queremos analizar con más detenimiento: el que dice: “Impulsar la participación activa de las mujeres en los ministerios, las instancias de gobierno, de discernimiento y decisión eclesial”.

Es un tema que queremos abordar desde la mirada femenina, precisamente hoy, en el Día de quién fue y es Madre de Dios y Madre de la Iglesia, la Inmaculada Concepción, María, mujer, madre, esposa, protagonista silenciosa del Evangelio.

Se trata de un desafío enorme para toda la Iglesia que, a lo largo de los siglos, respondiendo también a los contextos culturales en los que ha peregrinado y llevado el evangelio, ha caído ( hemos caído, deberíamos decir) en actitudes, gestos, comportamientos, decisiones y estructuras machistas que realmente ofenden esa complementariedad para la cual Dios nos creó personas varones y mujeres, mujeres y varones.

Es cierto que si hoy hablamos de estas cosas, se debe, también, a que la humanidad toda está viviendo procesos de cambio cultural muy profundos y conflictivos; procesos que incluyen nuevos paradigmas, nuevos empoderamientos, fenómenos como el del feminismo en sus diferentes manifestaciones, y también denuncias y reclamos por viejas injusticias y violencias que siguen en pie en todas las instituciones, incluso en la Iglesia.

No son temas sencillos, pero sin lugar a dudas debemos afrontarlos en la Iglesia, pidiendo la luz del Espíritu Santo que, como dice el Concilio Vaticano II, “habita en la Iglesia y en el corazón de los fieles como en un templo, y en ellos ora y da testimonio de su adopción como hijos. Guía la Iglesia a toda la verdad, la unifica en comunión y ministerio, la provee y gobierna con diversos dones jerárquicos y carismáticos y la embellece con sus frutos. Y con la fuerza del Evangelio la rejuvenece y la renueva incesantemente y la conduce a la unión consumada con su Esposo, que es Cristo”.

Pidiendo ayuda al Espíritu Santo, por intercesión de la Virgen, proponemos mirar con alguna profundidad el origen, las motivaciones y los alcances de este desafío que está marcando el pueblo fiel de Dios reunido en este proceso sinodal de la Asamblea que se reunió en México de manera presencial y en todos los países América Latina y el Caribe, virtualmente.

Para ello, invitamos con la teóloga María José Caram, que es tucumana pero que reside en Córdoba desde hace muchos años, y es profesora de teología de la Universidad Católica de Córdoba y en el Seminario San Antonio Abad de Cusco, Perú.

Audio de la entrevista completa a continuación…