El duelo preparatorio de Jesús

23/09/19- Jesús asume el duelo por su propia muerte y por el trágico proceso de su morir. Nos centraremos en el profundo duelo anticipado de Jesús ante su muerte. Este tipo de duelo posibilita tomar conciencia de cuanto está sucediendo, liberarse de los propios estados anímicos bloqueantes, hacerse protagonista de la situación, manejar adecuadamente las relaciones de todo tipo, hallar un sentido.

El Padre Mateo Bautista es sacerdote camilo, Master en Pastoral de la salud y Dr. en teologia moral y espiritual. Nos acompaña cada lunes en el ciclo “Los duelo de Jesús y de María” a partir de las 10.45 de la mañana.

¿Qué peculiaridades significativas encontramos en el duelo anticipado de Jesús ?

El Padre Mateo enumeró algunas de ellas:

–Jesus afronta su muerte. Jesús se ofrece voluntariamente (Jn 10,18) como acción expiatoria. Su sangre se derrama por todos (Mc 14,22-25).

–Jesús dialoga su muerte. Afronta y anuncia consecutivamente su muerte (Mc 8,31ss.; 9,30ss.; 10,32ss.)

–Jesús no busca el sufrimiento ; pero no lo evade; lo asume; lo integra y lo supera dándole un significado. Se hace solidario con todos los sufrientes. Su sufrimiento es redentor y salvífico.

–Él, que va a ser asesinado, ayuda a los suyos para que se preparen ante el duelo que van a iniciar por la muerte de su Maestro y Amigo (Jn 13,31ss).

-La Transfiguración del Señor es otro relato de duelo anticipado (Mc 9,2-13). Jesús acaba de anunciar por primera vez que debe padecer, morir y resucitar.

-En algunas parábolas hace referencia muy directa a su final: «Pero los viñadores se dijeron: “Este es el heredero: vamos a matarlo y la herencia será nuestra” (Mc 12,7-8).

–Se encuentra con los suyos en una cena de despedida:  (Mc 14,25). Allí Jesús asume la dolorosa traición de uno de sus discípulos, acepta el puñal de la negación de su apóstol Pedro, Da libertad a los propios sentimientos: «Mi alma está triste hasta el punto de morir».

–Ora, en la crisis, para cumplir la voluntad del Padre. Deja libre sus manos: «Y decía: “Abba -Padre- todo te es posible: aleja de mí este cáliz, pero no se haga mi voluntad, sino la tuya”» (Mc 14,36).

Como tarea para esta semana el Padre Mateo recomendó que pensemos en aquella persona que acompañamos en el morir: ¿Cómo respondimos en ese acompañamiento?; ¿Ayudamos a la persona o tendimos a negar la realidad?; ¿Ayudé a la persona que me pidió ayuda ante su morir?.

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