El Heraldo: “Salgan a los costados de los caminos” – Padre Claudio Castricone

martes, 22 de mayo de 2018
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25/04/2018 – El Padre Claudio Castricone, de la Parroquia Nuestra Señora de Fátima de Villa Manuelita, Rosario, comenzó su meditación, recordando las actitudes que tiene que tener el anunciador, “La cercanía, la alegría y la paciencia”, dijo. Y agregó que principalmente un heraldo o un anunciador, tiene que tener como centro, la oración.

Pablo VI, – recuerda el Padre Claudio -, decía que “El mundo más que escuchar maestros quiere ver testigos”.

Por otra parte, destacó que “El anuncio lo hace la comunidad con su testimonio, tenían un solo corazón y una sola alma”, expresó el Padre Claudio, recordando el libro de los Hechos de los Apóstoles.

¿Cómo tiene que ser el heraldo?

El heraldo tiene que ser una persona de oración. Y también tiene que tener la convicción de que Dios habla a través de sus palabras. Una persona no tiene autoridad por el cargo sino por lo que da”, dijo el Padre Claudio Castricone.

Por otra parte, señaló que “El anunciador tiene que respetar la situación en la que se encuentra la persona a la cual le llevo mi anuncio”. Ponerse en su situación. No hay que violentar la voluntad del interlocutor. Por eso primero hay que escuchar, porque el kerigma tiene que dar respuesta a esa necesidad, dijo el Padre Claudio.

¿Quiénes son los interlocutores?

“Hubo un cambio de palabra para referirnos al que recibe el mensaje – explica el Padre Claudio – antes se lo llamaba destinatario, ahora se lo llama interlocutor. Porque con el interlocutor se entabla un diálogo, no tiene una actitud pasiva“, indicó.

El padre Castricone, destacó que “Hace falta una nueva evangelización para aquellos que no conocen los fundamentos de nuestra fe” y recordó parte de lo que dice la Exhortación apostólica de Pablo VI – el que será canonizado el próximo 14 de octubre – sobre la evangelización en el mundo moderno:

Aunque este primer anuncio va dirigido de modo específico a quienes nunca han escuchado la Buena Nueva de Jesús o a los niños, se está volviendo cada vez más necesario, a causa de las situaciones de descristianización frecuentes en nuestros días, para gran número de personas que recibieron el bautismo, pero viven al margen de toda vida cristiana; para las gentes sencillas que tienen una cierta fe, pero conocen poco los fundamentos de la misma; para los intelectuales que sienten necesidad de conocer a Jesucristo bajo una luz distinta de la enseñanza que recibieron en su infancia, y para otros muchos. (Evangelii Nuntiandi nº 52)

Finalmente, el Padre Claudio Castricone, indicó que “Tenemos que ir actualizando el mensaje en nuestra vida”, ya que “los desarraigados necesitan recibir el anuncio del kerigma nuevamente”, expresó.